Esta sustancia ha tenido popularidad por su capacidad de inhibir el hambre; esta droga provoca problemas irreversibles en el organismo como la pérdida de neuronas.
CIUDAD DE MÉXICO
La preocupación por bajar de peso o mantener una figura esbelta ha provocado que principalmente las jóvenes sean quienes recurran al uso de solventes, como Tania, quien para evitar subir de talla hace lo que sea, como inhalar estas sustancias. “Así me gusta: estar flaquita, delgadita”, afirma.
Esta joven que vende dulces afuera de una estación del Metro asegura que usa los solventes “porque es una adicción para mí… y… pues me gusta”, aunque esto también lo ve como una opción para bajar de peso y lucir siempre delgada.
¿Es muy común que las jóvenes de tu edad inhalen solventes para estar delgadas?, se le preguntó a Tania. “Pues sí es muy común”, respondió y aseguró que no tiene miedo a enfermarse ni a las afectaciones que esta sustancia cause a su cuerpo.
Aunque aún no está documentada esta práctica, especialistas en prevención de adicciones han empezado a investigar del tema.
“No hay estadísticas, no hay entrevistas a los jóvenes, pero si ellos manifiestan que algunas chicas empiezan usar inhalantes cuando saben que inhiben el hambre, me parece una decisión terrible”, comentó la directora General Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA), María Tapia, para Imagen Noticias, con Yuriria Sierra.
Los solventes son de fácil acceso, ya que son sustancias legales que regularmente tienen uso doméstico, sirven para pegar, pintar, limpiar, dibujar. Actualmente está de moda usar desengrasantes de cocina y limpiadores de computadora; sin embargo, las consecuencias para la salud por el uso de esta droga son irreversibles.
Los inhalables como sustancias psicoactivas tienen un efecto directo en el cerebro y alteran las funciones cerebrales, una de ellas es inhibir, la sensación del hambre; otra es perder la percepción de espacio y tiempo, ya que es un relajante, es depresora del sistema nervioso central”, explicó la titular del IAPA.
Los solventes resecan la piel, irritan la mucosa de los conductos por donde pasan, llegan a los pulmones, son absorbidos por los organismos y son transportados por la sangre a diferentes partes del cuerpo.
Así, estas sustancias afectan el sistema auditivo, el visual, el motriz y el lenguaje; alteran las emociones, el buen juicio, la memoria, la coordinación y matan las neuronas.
Actualmente el consumo de enervantes es una actividad común, principalmente entre las jovencitas de secundaria y preparatoria.
He visto personas que consumen piedra y demás para bajar de peso y sí adelgazan mucho, las he visto, pero es algo que al final del día te deteriora los dientes, por ejemplo. No es un buen camino”, dijo la joven Susana García.
Aunque conoce los riesgos, este sector de la sociedad considera que ésta lo impulsa a llevar a cabo este tipo de prácticas.
¿Tú crees que es normal en los jóvenes?, se le preguntó a la joven Raquel Ibarra, quien respondió: “Sí, por todo lo que nos bombardean; la necesidad de muchas cosas: de estar a la moda de que el mundo lo hace y tú también lo tienes que hacer”.
En torno a esta problemática que se manifiesta en las jovencitas, la terapeuta en adicciones, Carmen Piña consideró: “El tema empieza en la familia, estar delgada es estar guapa; el tener figura esbelta es estar bien. A la parte de la imagen se le da importancia y por eso las chicas generan ese conflicto: ‘estoy gorda’, ‘estoy fea’, ‘para estar delgada voy a ser feliz’”.
Para prevenir, especialistas recomiendan a los padres estar atentos a sus hijos y reaccionar ante cambios conductuales, aislamiento, irritabilidad y baja de peso extrema.
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