Aunque el buque llegó el domingo 25 de febrero, las labores de excavación para la búsqueda del general revolucionario Catarino Erasmo Garza, solicitada por AMLO, aún no empiezan en Panamá; ninguno de los dos países ha hecho públicos los permisos o convenios de los trabajos de búsqueda y excavación.
El grupo de militares, marinos y personal de la Comisión Nacional de Búsqueda que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió a Panamá para localizar los restos de un revolucionario que desapareció en el siglo XIX llegó a las costas de Bocas del Toro sin los permisos necesarios para comenzar las excavaciones.
El buque Huasteco AMP 01, de la Secretaría de Marina, llegó a Panamá el 25 de febrero, pero hasta el pasado 26 de febrero no existía una autorización escrita y firmada para formalizar el plan de búsqueda del general Catarino Erasmo Garza, según pudo confirmar Animal Político.
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El viernes 23 de febrero, la Dirección de Patrimonio Histórico argumentó que la cancillería panameña debía encargarse del proyecto; sin embargo, la cancillería señaló que correspondía a Patrimonio, de acuerdo con un reporte de La Estrella de Panamá.
Una fuente panameña con acceso a la gestión de búsqueda de los vestigios del general Catalino Erasmo Garza, pero sin autorización para dar detalles de manera pública, confirmó a Animal Político la falta de documentación hasta el pasado lunes. “Es como si tú vas a Miami sin tener una visa de entrada”, comparó.
La comitiva militar y forense enviada por López Obrador tras los restos de Catarino Garza llegó a Panamá sin que el gobierno panameño haya mostrado los permisos, convenios, acuerdos o resoluciones que autoricen la llegada y desembarco de Fuerzas Armadas de otro país y la excavación en su territorio.
Animal Político consultó con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) si existían los permisos para comenzar las labores de la comitiva en Panamá y solicitó una copia, pero al momento de la publicación no habían dado una respuesta con el plan y metodología de los trabajos para la búsqueda de Garza.
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Las exploraciones en Panamá están reguladas por la Ley General de Cultura 175/2020. En su artículo 136, señala que cuando se trata de excavaciones arqueológicas de vestigios con más 100 años de antigüedad, el Ministerio de Cultura –a través de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural–, “tendrá la facultad exclusiva de autorizar la realización de investigaciones, exploraciones, excavaciones y rescates arqueológicos”.
La misma ley obliga a que en todos los casos en que se permita el empleo de arqueólogos extranjeros, estos estarán obligados a contratar a profesionales de arqueología panameños para supervisar y acompañar los trabajos.
Esto aplica para la incursión mexicana. Y si se trata de restos humanos, deben intervenir forenses y expertos en conservación locales.
Por lo pronto, el Ministerio de Cultura panameño trabaja en la adecuación de un espacio para el laboratorio y las oficinas de campaña para los militares, marinos y forenses mexicanos en el antiguo hospital cerca del cementerio municipal, algo que podría tomar un par de días.
Buque con personal del Ejército y la Comisión Nacional de Búsqueda zarpa rumbo a Panamá
Buque con personal del Ejército y la Comisión Nacional de Búsqueda zarpa rumbo a Panamá | Foto: Especial
Cómo se buscarán los restos del general revolucionario en Panamá
Los integrantes del Ejército, Marina y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB), quienes llegaron el pasado domingo a Panamá, tienen por encargo presidencial volver con lo que pueda quedar de los restos de Garza, abatido en esa provincia panameña en marzo de 1895, según los registros históricos.
La búsqueda de los restos se realizará en diversos sitios identificados previamente por forenses de la CNB en septiembre de 2023. La misión busca traer las muestras biológicas de regreso a México para analizarlas y, si se comprueba que son sus restos, volver por ellos a Panamá.
Los trabajos se harán en el cementerio de la localidad de Isla Colón, a unos 617 kilómetros de la capital panameña. La subdirectora nacional de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de Panamá, Rosemary García, está al frente de las gestiones locales, dijo a Animal Político el embajador de ese país, Alfredo Oranges.
El buque Huasteco AMP 01 de la Secretaría de Marina partió este lunes del Puerto de Veracruz repleto de personas que harán la búsqueda.
El buque Huasteco AMP 01 de la Secretaría de Marina partió este lunes del Puerto de Veracruz repleto de personas que harán la búsqueda.
La mañana del pasado lunes, funcionarios de ambos países se reunieron en la cubierta del Huasteco frente a las costas de Bocas de Toro, no en tierra. La parte panameña se acercó en una lancha hasta el buque.
Integrantes de las Fuerzas Armadas mexicanas formaron una media luna y al centro quedaron del lado mexicano la embajadora de Chile, Laura Moreno, quien ha liderado la investigación histórica y el pedido presidencial de repatriar los restos de Garza desde que era la directora general del Acervo Histórico de cancillería. Junto a ella estuvo el embajador de México en Panamá, Alejandro Bichir.
Quién era Catarino Erasmo Garza y por qué AMLO pidió buscar sus restos
La comitiva mexicana fue enviada a petición del presidente Andrés Manuel López Obrador, con el aval del Senado de la República, por un interés personal. En 2016, el presidente escribió el libro “Catarino Erasmo Garza Rodríguez. ¿Revolucionario O Bandido?” y una de sus presentaciones la hizo en Panamá.
La misión presidencial de la búsqueda de los restos de Garza ha sido criticada por familias de víctimas de desaparición en México, en especial porque la CNB ha despedido a la mitad de su plantilla en un momento en que las desapariciones no paran. Oficialmente el Registro Nacional de Personas Desaparecidas da cuenta de casi 115 mil personas desaparecidas y no localizadas al día de hoy.
“Es algo absurdo que estén buscando en otro lugar, que estén buscando a una persona de muchísimos años. Es una burla, una burla que cómo van a ir a buscar a alguien que tiene tantísimos años y para esto sí hay intenciones, sí hay personal y para los nuestros no los hay, es una burla, es un enojo”, dijo Lidia Lara, integrante del Colectivo Justicia y Dignidad, el día que zarpó el buque desde Veracruz.
Las 93 personas enviadas exclusivamente para buscar los restos de Garza son más de la tercera parte de los 243 empleados que tenía la CNB antes diciembre pasado, cuando la comisionada Teresa Guadalupe Reyes Sahagún todavía no despedía a la mayoría del personal especializado. Y tampoco había desmantelado el proyecto del Centro Nacional de Identificación Humana en Xochitepec, Morelos, donde se pretendía restituir la identidad de más de 52,000 cuerpos sin identificar a lo largo del país.
Colectivos y organizaciones de derechos humanos señalan que la tarea de la CNB es la de encontrar a miles de personas desaparecidas del México reciente, y no utilizar a los especialistas en Búsqueda para las tareas de localización del rebelde mexicano.
Garza fue un periodista tamaulipeco que quiso derrocar a Porfirio Díaz en el siglo XIX. Cambió la pluma por las armas, como él mismo escribió en una de sus cartas, y conformó su propio ejército.
Vivió al norte de México y en Estados Unidos junto a su familia. Asediado por Díaz y oficiales texanos, Garza huyó a otros países latinos para hacer alianzas.
Durante los años de una guerra civil entre Colombia y Panamá, desembarcó con unos 20 hombres en el archipiélago de Bocas del Toro. Ahí, durante el asalto al cuartel de policía, fue abatido por militares panameños entre la noche del 7 de marzo y la madrugada del 8 de marzo de 1895.
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