bulletPese a cumplir un año en el Gobierno, AMLO y Morena continúan actuando como oposición, siguen a la defensiva y en modo víctima, además de que aún existen promesas por cumplir.
POR TANIA LARIOS
Desde el primero de diciembre de 2018 tomó protesta como presidente quien fue oposición del Gobierno por más de 18 años, asumiendo con una innegable popularidad las riendas del país. Hoy, aunque algunos no lo quieran aceptar, el peso de sus decisiones cae sobre sus hombros, así como sobre el logo y nombres de los integrantes del partido con el que llegó al poder.
Es curioso ver que a pesar de que ya cumplen un año de gobierno, el presidente, Morena y el Gobierno Federal continúan actuando como oposición, siguen a la defensiva y en modo víctima, mientras que la hoy oposición actúa tan prudentemente como si siguiera siendo Gobierno.
Por lo mismo veo que aún nos seguimos acoplando a una realidad que ninguna fuerza política entiende. Este periodo de adaptabilidad por ahora es de incertidumbre para millones de ciudadanos que buscan a un partido opositor consolidado para depositar su apoyo, pero créanme que pronto llegará el momento de que los partidos, ahora opositores, descifren una estrategia clara y asuman el rol de su nueva identidad.
Hacer un balance del Gobierno en un año podría no ser justo, pero es necesario: Morena, y en especial Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hicieron promesas que hoy a todos los mexicanos nos tienen que cumplir y justamente el problema del actual Gobierno es que no nos han cumplido.
México enfrenta el año más violento de la historia, van más de 32 mil homicidios y feminicidios durante el gobierno de AMLO, cuando él prometió que desde el primer día pacificaría al país. Esto claramente no ha sucedido. Los ciudadanos no esperamos milagros, pero necesitamos certeza y una estrategia clara, queremos un Gobierno que reconozca errores, pero sobre todo que los corrija.
Durante el VII Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su dirigente nacional, Alejandro Moreno, expresó sin titubeos que la nación enfrenta uno de sus momentos más complejos en la época moderna, con lo cual coincido.
Actualmente se registra el nivel de crecimiento económico más bajo de la última década y una tasa de desempleo que va aumentando conforme avanza el sexenio.
Nos dicen que no hay recursos suficientes para el campo, pero sí para destinar más de 400 mil millones de pesos del Presupuesto de Egresos a “programas sociales” sin reglas de operación y sin padrones públicos, dejando abierta la puerta a su ejercicio discrecional y clientelar.
Observamos territorios a lo largo y ancho del país donde la gente no puede salir de sus casas porque el Estado no es capaz de garantizar condiciones mínimas de seguridad.
Territorios en los que las Fuerzas Armadas han sufrido pérdidas irreparables y han tenido que asumir una estrategia de seguridad ineficiente, cuando deberíamos honrarlas por el invaluable servicio que han prestado a la patria.
Vemos con preocupación cómo se pretende estrangular la autonomía de instituciones fundamentales para el orden democrático, como lo es el Instituto Nacional Electoral (INE).
El trabajo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos será opacado por las irregularidades que existieron en el proceso de designación de su nueva titular.
Tenemos una prensa que, por ejercer libremente su labor periodística, es tachada de conservadora y reaccionaria.
Gran parte de la sociedad ya está harta de escuchar de sus autoridades que todo está bien, cuando la realidad es otra, las cosas no van nada bien, el primer año del Gobierno de AMLO está lleno de incongruencias y mentiras.
AMLO engañó al pueblo.
La autora es analista de Presidencia del PRI Nacional .
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