El desfile conmemorativo del 209 aniversario de la Independencia de México fue atípico. Esta vez, la prioridad fue exaltar los ideales y acciones del Gobierno del presidente López Obrador.
El desfile conmemorativo del 209 aniversario de la Independencia de México fue atípico. Esta vez, la prioridad no fue exaltar el poder bélico de las Fuerzas Armadas mexicanas, sino los ideales y acciones del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Todo inició con un lanzamiento que hicieron 15 paracaidistas de la Marina y el Ejército mexicanos desde 2 mil 700 metros de altura para caer justo frente al balcón presidencial de Palacio Nacional.
Los paracaidistas, entre ellos una mujer, Cecilia Canto, la primera en la historia que realiza esta suerte en un desfile conmemorativo de la Independencia, cayeron durante 40 segundos a una velocidad de 200 kilómetros por hora.
Y aunque al final de la parada, que duró 10 minutos, se reportó “sin novedad”, en realidad se omitió reportar las lesiones en cabeza, nariz y tobillo que sufrió Valente Mateo, uno de los paracaidistas, quien tuvo un aterrizaje accidentado.
El presidente López Obrador aplaudió desde el balcón presidencial –donde estuvo acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez, y los secretarios de Defensa, Marina y de Seguridad– pero no detectó el accidente, aunque fue informado con posterioridad.
Luego inició propiamente el desfile. Lo encabezó la Guardia Nacional, cuerpo de seguridad en el que el presidente López Obrador tiene su esperanza para abatir la violencia que este año alcanzó los niveles históricos más altos en el país.
Detrás circularon tres plataformas con escenografías con la representación de la Independencia, la Reforma y la Revolución, las tres transformaciones que ha vivido México.
Y posteriormente vinieron otras unidades para destacar el inicio de lo que el Gobierno señala como la cuarta transformación.
En ellas se destacó un contingente alusivo al combate a robo de hidrocarburo. Ahí no sólo desfiló personal de Pemex, sino también pipas que se adquirieron en la presente administración para garantizar el abasto del combustible.
Pasaron niños que destacaron el recate de las Islas Marías, que, hasta hace unos meses, era una prisión federal; así como un convoy para mostrar la recolección del sargazo que afecta a las costas mexicanas.
En una plataforma se pusieron fotos de las sargaceras construidas por la Marina y a un elemento de esa dependencia simulando la recolección del alga; también pasó una plataforma con cientos de árboles para destacar el programa “sembrando vida”.
Luego pasaron en otra plataforma los soldados y marinos “honorarios”, niños que han mostrado su interés por estas instituciones; en otras, beneficiarios de los programas Jóvenes construyendo el futuro y Bienestar de los adultos mayores.
Casi 40 minutos después inició el paso de los contingentes militares y navales. Al tiempo que circulaban por la plancha del Zócalo soldados y marinos, el espacio aéreo de la ciudad fue surcado por diversas aeronaves, entre ellos los potentes F-5, que pasaron dos veces por la plancha del Zócalo; así como diversos tipos de aeronaves, entre ellas los helicópteros EC725.
Junto a los contingentes militares marcharon cinco banderas de guerra y seis extranjeras, de estas últimas fueron un total de 135 elementos de guardias nacionales o similares de países como Argentina, Chile, España, Portugal, Italia y Polonia.
De acuerdo con el parte oficial, tras una hora y 40 minutos, desfilaron 13 mil 111 personas, 416 vehículos, 74 aeronaves, 218 caballos, 155 canes, 68 charros.
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