Directorio

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lunes, 2 de septiembre de 2019

De políticos traidores y corruptos, estamos hasta el tope.


Por Rigoberto Cordero y Bernal

Comete traición el que abandona, reniega o quebranta la fidelidad o lealtad que debe guardar a sus principios y su honor, como persona o conjunto de ellas, en la sociedad, basada en la confianza.

El traidor es un traicionero. Ha protestado y a veces jurado lealtad que abandona.
Se dice a traición: el que actúa alevosamente faltando a la lealtad o confianza.
Es considerado delito en el Ejército porque atenta contra la seguridad de la Patria.
Alta traición es la considerada cometida contra la soberanía o contra el honor, la seguridad o la independencia del Estado.
El político que abandona un partido, que lo ha aceptado como miembro o afiliado, previa solicitud y sin renunciar en forma expresa y por escrito, comete un acto de traición y se convierte en traicionero. Con esta acción insulta a la sociedad violando y pisoteando su honor, principios, colores, familia y amigos; es un vulgar tránsfuga.
Tránsfuga: persona de baja moral que pasa de una ideología o colectividad a otra.
Se convierte en tránsfuga el miembro de un ejército que cambia de bando en tiempo de conflicto.
Es aplicable al funcionario público que no abandona el cargo al separarse del partido que lo presentó como candidato.
El abandono puede ser explícito o de hecho y derecho o por cometer acciones ocultas, en secreto, disfrazadas o simuladas, en apoyo de otro partido, por lo que debe ser sujeto a expulsión.
Lo anterior sirve de preámbulo para referirme a la clase política actual, que en nuestro México en crisis, ha proliferado, aclarando que no es un fenómeno exclusivo de nuestro país, desgraciadamente se da en todo el mundo, pero en la historia contemporánea que estamos viviendo, se ha hecho más notable, en todos los países Latinoamericanos.

El paso, renuncia o simple abandono de un partido político a otro, de una ideología totalmente atípica o contraria a otra, y de una lealtad a otra, es el pan de cada día, en nuestro México, justificándolo los individuos que lo hacen y practican con frecuencia, diciendo que es producto de la democracia, que no existe plenamente el ejercicio de ésta, si no es mediante la pluralidad.

Los principios simplemente no existen, para los políticos actuales, que, justificando la pluralidad como la diversidad que debe tener todo grupo político, todo gobierno en el poder, y aun todo miembro de cualquier organización social, deba de practicar dentro de la llamada democracia.

Dicen que, si no existiera la diversidad de criterios, principios, plataformas o cualquier manifestación de ella, se cae en el totalitarismo, lo que produce sin duda, las odiosas dictaduras que hemos padecido en nuestro País en el pasado.

Aducen que, aunque sean clasificados peyoratívamente como “chapulines”, por que saltan de un lado a otro por simple supervivencia económica, interés político para que, al seguir actuando dentro de la devaluada clase política actual-pegados a los jugosos presupuestos- o bien, porque dados de baja de la burocracia a la que han pertenecido años y años, buscan otros intereses, acomodando y justificando su lealtad y sus principios, a los nuevos patrones.

Muchos mexicanos como yo, que hemos seguido la política de nuestro País por muchos años, nos preguntamos –por ejemplo- por qué Jorge G. Castañeda hijo del que fuera Secretario de Relaciones Exteriores del mismo nombre, autor de libros sobre ética política, liberal, priista, laicista y de izquierda, se pasa al PAN cuando llega Vicente Fox para actuar como Secretario también de Relaciones Exteriores de 2003 a 2005, coquetea con el PRD. de Cárdenas y López Obrador, para declararse candidato independiente, ganar un juico ante la Corte de la Haya y estar listo para ser candidato a la presidencia de México, en el año 2018. ¿A qué partido finalmente pertenece? ¿A quién o a quiénes representa? ¿Cuáles son sus principios y su plataforma electoral? ¿Con qué dinero cuenta para su participación y sus pretensiones? ¿Cómo se puede confiar en él?

Caso igual es el de nuestro paisano Manuel Bartlett Díaz, hijo del exgobernador de Tabasco, Manuel Bartlett Castillo, priista de hechura, cuño y de toda la vida, activista en su juventud del priismo, Secretario de Gobernación (poderosísimo) con De la Madrid, es uno de los 4 precandidatos a la presidencia que no logra, Secretario de Educación con Salinas –quien se lo quita- mandándolo de gobernador a Puebla, y es nombrado por su partido el PRI, Senador de la República. Confrontado con Salinas, se va al Partido del Trabajo y es nombrado otra vez Senador y líder de su bancada. Bartlett que sepamos, no ha renunciado al PRI, oficialmente sigue siendo militante y en varias entrevistas a pregunta expresa ha retado a su expartido a que lo expulse. Hoy coquetea con Morena de López Obrador, pero lo mismo lo veremos con el decadente PRD. o algún otro partidito palero. ¿Eso es pluralismo? ¿Eso es democracia?

De los priistas que hoy están en el PRD desde su fundación hace 27 años con Cárdenas, Muñoz Ledo y López Obrador, los famosos “Chuchos” y demás fauna, y de los perredistas que hoy están en Morena con López Obrador, todos “tránsfugas” hasta los actuales priístas que traicionan a su partido, haciendo labor subterránea por otros partidos, en especial el Verde Ecologista, tenemos una clase política sin principios, sin convicciones, sin colores, sin lealtades y de pura conveniencia, ¿eso es democracia?

Hoy los diputados al Congreso de la Unión de la “bancada panista” -se supone partido que es de oposición al oficialista PRI- votan por pura conveniencia y mediante acuerdos “en lo oscurito” a favor del famoso gasolinazo, ordenado por Peña Nieto, que sangra al pueblo, al subir un 30 por ciento el precio de las gasolinas, en plena crisis económica y provoca una inflación desmedida, y me pregunto ¿en dónde está o quedó el otrora partido fundado por la clase empresarial, con Gómez Morín y otros, que durante más de 40 años, fue el “equilibrio” entre las dos fuerzas políticas dominantes después de la Revolución armada en México? ¿Dónde está o dónde quedó, el partido de la izquierda, comunista o socialista, fundado por la clase obrera y Vicente Lombardo Toledano y otros para defender al “pueblo pobre y siempre olvidado” de la dictadura (“perfecta” dice Vargas Llosa) del partido oficial PRI, en el poder por más de 84 años?

Hoy los diputados del Congreso Local, Cámara de Diputados del Estado de Puebla, que fueron electos bajo la filiación y patrocinio del Partido Revolucionario Institucional, llegado que fue electo- cobijado por el PAN -Rafael Moreno Valle Rosas gobernador, sin ninguna dignidad ni lealtad a su partido, mediante vergonzoso acuerdo o convenio en “lo oscurito”, han aprobado sus cuentas públicas, que tienen un fuerte olor a corrupción tecnificada- entre ellos la deuda no declarada por casi 24 mil millones de pesos a pagar en 24 años, justificando su traidora acción, al acordar con el propio gobernador, que las cuentas de los corruptos presidentes municipales priístas, que dilapidaron o robaron fondos del pueblo, y que tienen cuentas irregulares determinadas por el (¿brazo castigador o marioneta?) que se dice es el Auditor Superior del Estado, el “medianito” Villanueva, sean aprobadas, lo que constituye justificar una corrupción con otras muchas corrupciones. ¿Y los priistas que dirigieron las 2 Legislaturas de Moreno Valle, Víctor Giorgana Jiménez y Estefan Chidiac, con sus bancadas, ¿cuándo van a ser expulsados del PRI, por apoyar a sus enemigos encubierta o abiertamente? ¿Tránsfugas conversos?

¿Qué espera el PRI nacional y local, para expulsar de sus filas, al hijito protegido del exgobernador Melquiades Morales Flores, el junior Fernando Morales Martínez, que diligente se postró ante el Señor Gobernador, al que antes de llegar a serlo, lo apostrofó y denigró públicamente, decía, se postró, renunciando a toda dignidad y ética partidaria, para trabajar en el proyecto futurista de su “nuevo patrón” y en la elección de su sucesor, el empleado de consigna Sr. Gali?

Por eso estamos como estamos, dice el peladito y la corrupta clase política todavía se queja de que se le ataca y descalifica sin fundamento. ¿Qué calidad moral y ética tienen para sentirse injustamente atacados? Digo.

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