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viernes, 29 de mayo de 2020

“Historia de los Temazcales en el noroeste de la cuenca de México”






María de la Asunción García Samper
Elvia Martínez Contreras.
Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C.
Patronato Amigos de Teclo. A.



En la región noroeste de la cuenca de México existe las evidencias Arqueológicas e Históricas de la presencia del temazcal, y en estos lugares como los municipios de Tecamac, Nextlalpan, Acolman, Teotihuacan, Ecatepec, los arqueólogos los han reportado en sus informes técnicos de exploración arqueológica. (Figura 1)
En la misma sierra de Guadalupe existe un temascal muy antiguo dentro una cueva de la cual salía un venero de agua caliente casi cerca de la cima existe una espaciosa cueva que funcionó como temazcal en la época prehispánica, aún en el año de 1992 cuando subimos el cerro vimos que a la entrada de la cueva existía una piedra triangular grande y tenía cerca de la punta un Petrograbado de una vulva femenina, salía en medio de la misma cueva emergía un chorro de agua caliente que llenaba el piso de piedra de la misma cueva y creaba un ambiente de vapor y siguiendo la línea de las paredes de este lugar unas piedras que pudieron servir para sentarse a las personas que así lo hicieron el agua les cubría hasta la cintura. (García Samper, María de la Asuncion y Elvia Martínez Contreras, “Nuestra madrecita Tonantzint Tlalli Coaticlue-La Chicomecoatl-Mayahuel-la Cihuacoatl la tierra mujer preciosa”, Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. publicado también en el periódico el Mexiquense hoy 2020). ((Figura 2)

Este santuario al culto a la montaña sagrada femenina contiene una serie de símbolos los cuales representan vulvas abiertas esperando el semen de la lluvia para ser fertilizadas, existen también otros petrograbados como el falo, la lagartija, la serpiente, el jaguar o monstruo de la tierra “Cipactli” como símbolo nocturno, Piedras preciosas o chalchihuis, hombres cazando o danzando, representaciones del dios Tláloc, además de otros símbolos relacionados con la fertilidad, la tierra, el rayo y el agua.
La palabra temazcal viene del idioma náhuatl “temazcalli” cuya traducción al español es: casa donde se suda, siendo de: “temas”, sudor, y “calli”, casa hace referencia a un ritual ancestral y a un baño de vapor empleado en la medicina tradicional y la cotidianidad de los pueblos hídricos originarios del noroeste de la cuenca de México.
Por lo general en la región del noroeste de la cuenca de México se acostumbró construir la arquitectura de sus Temazcales de piedra o de adobe, pero sabemos que en un inicio se utilizaron las cuevas con brotes de agua caliente y de alli aprendieron los sistemas actuales de calentar piedras y regar agua sobre ellas, bueno también sabemos que también se construían con enramadas y cubriendo tanto las paredes como los techos con pencas de maguey. (Figura 3).

Toci (en náhuatl, 'nuestra abuela'), nombrada también como Teteo Innan, “La madre de los dioses”, Tlalli Iyollo, "Corazón de la Tierra", Yoaltícitl, "médica nocturna" y Temazcalteci, "abuela de los baños de vapor", es la diosa de los médicos, parteras, temazcales, yerberas, adivinos. (García Samper, María de la Asuncion y Elvia Martínez Contreras, “Nuestra madrecita Tonantzint Tlalli Coaticlue-La Chicomecoatl-Mayahuel-la Cihuacoatl la tierra mujer preciosa”, Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. publicado también en el periódico el Mexiquense hoy 2020 (figura 4)
Toci era la diosa de los médicos y cirujanos y representaba la medicina asociada a los temazcales y con una doble función que eran las parturientas y la guerra.(Sahagún, Fray Bernardino de, c Historia General de las cosas de Nueva España", Libro primero del Tomo I capítulos I-XX del de " (c.1499-1590), obra monumental en la que trabajó durante treinta años, escrita en castellano y en náhuatl y que también es conocida como el Códice Florentino por el manuscrito conservado en la Biblioteca Medicea-Laurenciana de Florencia).
Y vemos que el temazcal tiene la forma del vientre materno. Es conocida la estrecha relación entre el temascal y los cuidados de la mujer durante el embarazo y parto, de la que derivan múltiples ritos ceremoniales asociados con deidades femeninas que actuaban como protectoras.
Para ello se preparaba el inicio del baño con una ceremonia mientras comenzaba la combustión de la leña en el hornillo lo que el fuego ya listo y calientes las piedras procedían a cerrar este hornillo que por lo general era de barro y piedras, siendo el elemento central del temascal es la sala de vapor, donde los se colocan enfermos o parturientas para beneficiarse de la elevada concentración de calor. Se trata de una estancia de dimensiones reducidas, ya que la dificultad de reunir las condiciones adecuadas de temperatura aumenta a medida que lo hace el área que delimitan sus muros. Entraba la Ticci o comadrona con la parturienta o con los enfermos y se colocaban algunos sobre las banquetas alrededor de los muros del temazcal o acostados sobre petates descansando su cabeza sobre hojas de maguey.
Entonces los ayudantes de la Ticci regaban el agua sobre las piedras las cuales estaban a alta temperatura soltando un vapor al principio ligero, pero poco a poco más denso, por lo general como acontece en algunas parteras de la cuenca de México hoy en día se les daba en un jarrito o taza un vinito o te de hiervas y además se les daban manojos de hiervas medicinales los cuales se mojaban en agua fresca y se golpeaban la espalda y los mulos y partes del cuerpo como parte del ritual. Con oraciones y sortilegios las rezanderas pedían clemencia para los enfermos y las parturientas a los dioses y diosas.
Composición morfológica y arquitectónica del Temazcal: En el siglo XVI, Alonso de Molina lo definía, en su Vocabulario en lengua castellana y mexicana, como «casilla como estufa, adonde se bañan y sudan».( Molina, Alonso de (1880). B. G. Teubner, ed. Vocabulario de la lengua mexicana. Liepzig. p. 465.  Internet Archive.) Y lo describe de la siguiente manera:[]
• “El cuarto de baño, que en lo general no debe sobrepasar un metro y medio de alto y en promedio dos metros de largo. Pueden ser cuadrados o redondos.
• El tlexictli u hornilla, que es donde se coloca la leña que calentará el temazcal a través de una pared hecha de piedras y que, al mismo tiempo, impide el paso del humo al cuarto de baño.
• La entrada al cuarto de baño.
• Finalmente, una Atlachinoli u hoguera donde se calentará agua, que puede o no contener infusiones medicinales.”
La arquitectura de un temazcal en el noroeste de la cuenca de México como es Tecamac, Xaltocan-Nextlalpan, Acolman, Ecatepec y Coacalco por lo general tiene un domo en forma de Iglú revestido de piedras de cantera unidas con barro y los muros también, la entrada tiene un dintel de piedra y es baja el acceso al interior.
Fueron reportados esta clase de temazcales en los hallazgos arqueológicos del sitio de Agua Tibia en Guatemala.( Mastarredona Desantes, Nuria, La Arquitectura del baño de vapor en la cultura Maya. Universitat Politècnica de Valènci 1980). También se reporta un posible temascal de adobe localizado en la Joya de Cerén, en una aldea abandonada en forma precipitada por sus habitantes al entrar en erupción el volcán Loma Caldera, lo cual provocó que quedara enterrada bajo las cenizas, hasta ser descubierta en 1976. (Mastarredona Desantes, Nuria, La Arquitectura del baño de vapor en la cultura Maya. Universitat Politècnica de Valènci1980).
El techo del temazcal formado por un domo con morfología y estructura reticulada en forma de Iglú, son las formas actuales de los temazcales, sabemos que la mayoría en la época prehispánica fueron de techos planos, aunque también existían estos domos ya que forma la cueva o el útero de la madre tierra.
Hornillo El lugar donde se prende el fuego, y a partir del cual se generará el calor suficiente para calentar las piedras y producir así el vapor de agua. En la arquitectura prehispánica se acostumbró construir el hornillo en el interior de la sala de vapor. En algunas ocasiones se les colocaban aberturas para permitir circular el aire como ventilador.
Generación de vapor El vapor necesario se produce mediante el vertido de agua sobre unas piedras o pantallas de piedra volcánica calentadas previamente con un intenso fuego.
Los materiales constructivos para elaborar estos temazcales fueron en diferentes épocas en que se disponía en los grupos de la sierra y lugares áridos de los techos y pencas de maguey revistiendo el temazcal sobre un enramado de varas entretejidas, en otros tiempos u ocasiones en que existía la piedra, el barro o bien del tezontle o en su caso se contaba con ladrillo o adobes o piedra caliza. Y como mortero el barro que en las lagos y ríos o arroyos abundaba.
Cuando la construcción del temazcal se termina, se procede a bautizarlo con pulque y una ceremonia de inauguración de la misma forma en que se le pone un nombre. Al terminar la ceremonia se comparte entre todos los integrantes la ofrenda. Nuestros ancestros agradecen a Toci, la señora de los temazcales, y se da por terminada la ceremonia.
Es una práctica milenaria utilizada por nuestros antepasados para mantener sano y fuerte el cuerpo, sin embargo fue hasta 1985 en la segunda feria nacional de la planta medicinal en Amatlán de Quetzalcóatl Morelos que se sometió a consejo ante los guardianes de la tradición la pregunta; de sí este conocimiento debía ser enseñado y compartido al público en general, muchos venerables ancianos guardianes de la tradición y guías votaron para que no se abriera el conocimiento al público en general por temor a que se distorsionara o se le perdiera el respeto a tan importante tradición (como ha pasado en algunos pueblos). Sin embargo, una gran mayoría voto a favor y así fue el resurgimiento del temazcal.
Cada vez más personas se interesan en el Temazcal por sus amplios beneficios terapéuticos, de la misma manera que instituciones académicas como la Universidad de Chapingo que ha incorporado a su programa universitario de medicina tradicional y terapéutica naturista el curso de Temazcal para profesionales de la salud. (Lagos, Anna (8 de febrero de 2020). «Viaje a una ‘casa de baño con fuego’ en Tenochtitlan». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 9 de febrero de 2020).
[]Bibliografía.
-García Samper, María de la Asuncion y Elvia Martínez Contreras, “Nuestra madrecita Tonantzint Tlalli Coaticlue-La Chicomecoatl-Mayahuel-la Cihuacoatl la tierra mujer preciosa”, Centro de Estudios Mesoamericanos. QA. C. publicado también en el periódico el Mexiquense hoy.
--Lagos, Anna «Viaje a una ‘casa de baño con fuego’ en Tenochtitlan». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 9 de febrero de 2020.
-Mastarredona Desantes, Nuria, La Arquitectura del baño de vapor en la cultura Maya. Universitat Politècnica de Valènci). 1980.
 -Molina, Alonso de (1880). B. G. Teubner, ed. Vocabulario de la lengua mexicana. Liepzig. p. 465.  Internet Archive.

-Sahagún, Fray Bernardino de, c Historia General de las cosas de Nueva España", Libro primero del Tomo I capítulos I-XX del de " (c.1499-1590), obra monumental en la que trabajó durante treinta años, escrita en castellano y en náhuatl y que también es conocida como el Códice Florentino por el manuscrito conservado en la Biblioteca Medicea-Laurenciana de Florencia.
(Fotos de la fototeca del INAH y de la colección de María de la Asunción García Samper).






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