Directorio

Directorio

jueves, 12 de diciembre de 2019

La guerra del Chichimecayotl en la cuenca de México.

María de la Asunción García Samper Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C,




El primer gran conflicto bélico inscrito en los registros históricos de Ecatepec-Chiconauhtlan, aconteció poco después de que los grupos Otomíes-Pames-Chichimecas, dirigidos por Xólotl, llegaran a la región. El viejo líder Xólotl impuso la supremacía de su linaje al entregarle a Nopaltzin, su primogénito, la regencia de todos los grupos asentados en esta comarca. Esto fue posible porque previamente Xólotl, un hábil chichimeca de ascendencia tolteca, repartió tierras y casó a algunas de sus hijas con los principales hombres de Xaltocan y de otras plazas. Así, el anciano dirigente construyó sólidos tratados familiares que eran arbitrados por Tenayuca-Texcoco, con Nopaltzin como gobernante.
La toltequización chichimeca fue, evidentemente, la principal causa para la Chichimecayotl. La imposición de la forma de vida tolteca se manifestó, en la práctica, con la introducción de la agricultura en las regiones en donde tenían mayor influencia los acolhuas y los descendientes de Xólotl, como Tlotzin Pochotl y Quinatzin-Tlaltecatzin. Las implicaciones de la modificación al estilo de vida de un grupo étnico no merecen ser desestimadas.

En el caso de los chichimecas, cuando esto aconteció, no solo se modificó su modo productivo y su manutención, sino que con la agricultura se impuso una nueva forma de organizar las relaciones sociales. Con el nuevo modelo ya no habría lugar para la vida nómada, pues no tendría sentido.
Ciertamente las principales fuentes históricas, posteriores a la llegada de los españoles a Anáhuac, subrayan como primordial causa para la guerra el deseo de Yacanex por casarse con Atotoztli. A contracorriente, la autora de este trabajo ha decidido dar más valor a los hechos citados en el párrafo inicial de este apartado, sin embargo no descalificará la importancia de esta última interpretación y propone asignarle un nuevo rol ―señalado más adelante― desde esta misma perspectiva. En la interpretación del Códice Xólotl realizada por Dibble, se señalan los siguientes sucesos:

“Yacanex pidió a Achitometl que le entregue a su hija Atotoztli por esposa… Le dice Achitometl a Yacanex que Nopaltzin ha prometido que las dos hijas, Atotoztli e Ilancueitl, se casarían con Huetzin de Cohuatlichan y Acamapichtli… Yacanex se disgustó mucho con la negativa de Achitometl”. (Dibble, 2000, pág. 47)
Ante la negativa de Achitometl, según Fernando de Alva Ixtililxóchitl, lo siguiente que ocurrió fue que Yacanex:
“Se volvió a su tierra, amenazando al rey que con las armas le había de dar a la infanta Atotoztli, y no quiso reconocer mas por su señor a Huetzin, comenzando a apercibir a sus vasallos, que ya como tengo dicho otras veces, que los pueblos que Yacatzozoloc tenía eran dados a Huetzin por merced de Xólotl”. (Ixtlxóchitl, 1985, pág. 303)
En este punto de la narración es conveniente presentar algunas sugerencias, relacionadas con las citas textuales de Dibble e Ixtlilxóchitl, acerca de las posibles motivaciones que Yacanex tuvo al pedir la mano de Atotoztli, y así establecer un casus belli.
1. Yacanex, algunos años antes a la Chichimecayotl, prácticamente tuvo que convertirse en vasallo de Huetzin, por orden de Xólotl, y contrajo una

obligación de tributo para con el Señor de Cohuatlichan. Aunque el lapso transcurrido entre esos dos eventos es relativamente largo, y aunque es difícil considerar al segundo suceso meramente como una respuesta del primero, bien puede suponerse que existió una intención de Yacanex de deshacerse del vasallaje al que era sometido. El casus belli, el pretexto legal para la guerra, lo provoca Yacanex al pretender a Atotoztli cuando ya estaba comprometida con Huetzin. Yacanex sabía que, según las ancestrales normas, su petición le sería rotundamente negada. Y a pesar de eso hizo la petición de mano. Un potencial sustento a esta postura es el glifo de dientes, el tlantli (ampliamente considerado por algunos autores como expresión de tributo) que aparece en el Códice Xólotl en la principal escena de la guerra entre Huetzin y Yacanex. El tlanti también aparece en la escena en que Yacanex pide al rey Achitometl la mano de Atotoztli. Adicionalmente, en apoyo a esta hipótesis, aparece en el Códice Xólotl una representación en la que enfrente de Yacanex está el glifo tlantli, acompañado del tentli y un conejo (formas en las que

tributaban los chichimecas) unidos a las vírgulas de Huetzin. Finalmente, existe la gran posibilidad de que no fuera necesario un pretexto para declarar la guerra a Huetzin pero creo que vale la pena sugerir la posible causal mencionada anteriormente.
2. Otra posible causa fue la intención de Yacanex de unir su sangre a la Tolteca para formar un nuevo linaje. Sobre esta teoría, Eduardo Corona menciona lo siguiente: “Yacaoztotl (Yacanex) quien al parecer por esos momentos intentó casarse con una de las hijas de Achitometl, señor de Culhuacan, tal vez con la intención de introducirse en el linaje tolteca y formar su Señorío” (García & Corona, 1992, pág. 68). Es verosímil la sugerencia de que Yacanex intentaba formar un nuevo Señorío. Nadie discute que la condición de Señor, en aquellos tiempos, tenía grandes implicaciones en la vida porque un linaje con legitimidad consanguínea tenía la posibilidad de protagonizar un papel hegemónico. Recuérdese que el Señorío no se limitaba sólo a los derechos de explotación de la tierra y del agua, sino que incluía el derecho a recibir tributo por parte de sus vasallos. Al observar las condiciones imperantes

en la Cuenca de México en aquél período, se entiende que sería muy difícil para Yacanex y su gente acceder a la clase dominante. Es en esta trama que el matrimonio con Atotoztli y la guerra con los Chichimecas toltequizados adquiere sentido. La guerra y la posible victoria jugarían el papel de facilitador hacia estos privilegios, además de una expansión en los territorios susceptibles de ser explotados. El matrimonio con la princesa Atotoztli legitimaría el nuevo linaje irrefutablemente porque ella era descendiente del gran monarca tolteca Topiltzin Quetzalcóatl. Si Yacanex hubiese concretado sus planes, no sólo habría ganado la legitimidad para sus descendientes sino que también habría sumado una posible neutralidad tolteca en caso de un conflicto, con Nopaltzin, por el derecho a regir sobre la Cuenca de México.
En vista de que ya hemos abordado las posibles causas de la Chichimecayotl, tomando en cuenta sólo los hechos relacionados con las disensiones causadas por el matrimonio fallido con Atotoztli, puede explicarse ahora la versión que la autora de este libro considera la más completa y probable para la guerra: el conflicto entre los grupos chichimecas

toltequizados y los que se presentaron renuentes a este proceso.

Dominio de un Grupo A Otro Cortando Las Cabezas de los Vencidos, El Grupo Triunfante es el de los Otomíes Matlames. Iglesia de Ixmiquilpan, Foto del Archivo de Monumentos Históricos. Fotos tomadas por la autora.

Si bien el proceso de toltequización involucró diversos cambios, el substancial reflejo de esto se aprecia en el deseo tolteca de cambiar la forma de vida de sus vasallos mediante la agricultura. Se cree que Quinatzin y Huetzin fueron los promotores de esta nueva disposición. El primer antecedente del inicio de la práctica agrícola ocurrió, aparentemente, en tiempos de Nopaltzin cuando:
“Xiuhtlato, Señor de Quauhtepec, uno de los descendientes de los antiguos toltecas, teniendo noticias de sus antepasados, de cómo era su pan, y que con él se criaban, y vivían, guardo en su niñez, unos pocos granos, los cuales fue sembrando, y como iban creciendo y multiplicando, iba repartiendo por los de su nación y casta, y de esta suerte volvió a crecer, y multiplicarse esta planta, y a cundir por toda la tierra. Y viendo los moradores de ella, así de chichimecas como de acolhuas, el gran provecho que les hacía, y las muchas fuerzas que les daba, tuvieron por bien de bajar el cuerpo y sembradlo, y gozar de su fruto para mantenerse, que era menos costa que la caza que mataban por tenerla más segura a cualquiera hora que querían”. (Torquemada, 1979, pág. 67)



El proceso de aculturación Tolteca comenzó varios años antes, y cuando gobierne Techotlalla será un hecho consumado. Para desarrollar la práctica agrícola en todos los grupos Chichimecas ―el motivo de discordia expresado en el Códice Xólotl y respaldado por los historiadores ― Quinatzin empleó una pequeña estratagema. Al parecer este evento sucedió en el año 12 Tochtli, e Ixtlilxochitl lo describe como sigue:
“Hizo tres cercas grandes, la una por bajo de Huexutla hacia la laguna, y otra en la ciudad de Tezcuco que había comenzado a fundar. Estas dos para sembrar en ellas maíz y otras semillas que usaban los aculhuas y tultecas. Y la otra cerca en el pueblo de Tepetlaoxtoc para venados, conejos y liebres; y dio el cargo de tener en cuenta de esto a dos chichimecas caudillos, que el uno se decía Acótoch y el otro Coácuech, los cuales, aunque en la una cerca les era de gusto, las otras dos de las sementeras, como cosa que jamás ellos habían acostumbrado, les fue pesada carga y así se confesaron con el tirano Yacanex, y con otros bandoleros de manera que fue forzoso al príncipe Quinatzin y a su sobrino Huetzin juntar sus

gentes y acometer al enemigo en dos partes: en la una, en donde se había fortalecido con su gente que fue donde está ahora el pueblo de Chiautla”. (Ixtlilxóchitl, 1985, pág. 306)

Enfrentamiento Otomíes Matlames contra los de México Tenochtitlán. Mural de Ixmiquilpan, Foto del Archivo de Monumentos Históricos.
Los sucesos, así narrados por Ixtlilxóchitl, también están representados en el Códice Xólotl. En la plancha tres se aprecian los tres cercados en los lugares señalados, incluyendo la distinción entre las sementeras y el de Tepetlaoxtoc, dedicado al resguardo de animales para la caza. Se advierte en el documento cómo Ocotoch y Coacuech se

hacen cargo de estos cercos, y hacia la izquierda se distingue a Ocotoch en batalla contra Quinatzin.
Este intento de inculcar la agricultura, en los Chichimecas no toltequizados, enfrentó dificultades debido al cambio que representaba en el modo de vida de esta etnia. Los Chichimecas se oponían al cambio porque los sometía a mayores restricciones (sedentarismo) y a un mayor esfuerzo (la actividad de la siembra requiere un esfuerzo superior). Hubo en general varias disensiones desde los tiempos en que Tlotzin intento introducir esta práctica en su gente:
“Así tenemos, por ejemplo, que la gentes dominadas por Tlotzin huyeron a otras regiones marginales (Metztitlan y Zolotepec) para continuar con su modus vivendi, mientras que la gente dominada por Quinatzin prefirió rebelarse”. (García y Corona, 1992, pág. 67)
Está claro cuáles fueron los motivos para la Chichimecayotl. La toltequización y la práctica agrícola encarnaron un cambio demasiado radical para algunos Chichimecas, al grado de que prefirieron rebelarse y pelear por su derecho a vivir como mejor les pareciera. Sin embargo, es necesario retomar los eventos relacionados con Atotoztli, y abordarlos desde una perspectiva combinada.

Ya se ha mencionado que posiblemente Yacanex sabía del compromiso nupcial de Atotoztli con Huetzin. Y que la petición matrimonial de Yacanex fue un pretexto para librarse del tributo que lo obligaba con Huetzin, y de los esfuerzos de este por imponerles la agricultura. Es en este punto de la historia cuando Coacuech y Ocotoch, además de otros subordinados de Quinatzin, se unen a Yacanex en la rebelión.
En el Códice Xólotl se representa la versión de este conflicto, y esa obra expresa cómo Yacanex se rehúsa a pagar tributo a Huetzin y le declara la guerra, al parecer en el año 1 Tecpatl. El manuscrito parece indicar que la guerra sucedió
104 años después de la caída de Tollan Xicocotitlán y la dispersión de su gente. Hay dos escenas que representan batallas de Huetzin contra Yacanex, y de Quinatzin contra Ocotoch.
En las láminas del códice se identifican detalles significativos que aportan datos acerca de la guerra y la conformación de los grupos beligerantes. Hay una nítida diferenciación entre los dos bandos. En los siguientes párrafos se brindan algunos comentarios de esta guerra, razonados a partir de las representaciones pictográficas del Códice Xólotl:
1. Yacanex y Ocotoch parecen estar desnudos y portan arco y flechas que en este códice indica una filiación

chichimeca desde la primera plancha. Yacanex porta “un tocado de plumas que, según Sahagún, eran comunes en los pueblos de las montañas ya que los trabajaban muy bien” (Dibble, 2000, pág. 49). Corona Sánchez señala además que “el tocado con plumas de águila real era común en la indumentaria chichimeca en tiempos de guerra” (García y Corona, 1992, pág. 68). Quinatzin y Huetzin portan ropajes diferentes y poseen, aparte de las armas chichimecas, una lanza que indica nuevas costumbres: Ixtlilxochitl menciona que los acolhuas fueron quienes trajeron esta arma (Ixtlixochitl, 1985).
2. Quinatzin y Huetzin están acompañados de una vírgula unida a un rombo con puntitos dentro. Se desprende de lo mostrado en otras láminas de este mismo códice que este glifo tiene el valor fonético de “chi” y es usado frecuentemente para indicar la palabra completa chichimeca. Parece que indica filiación chichimeca o, como sugiere Dibble, hace referencia al idioma que hablaban estos señores, que de cualquier manera sería alguno que refiriera a la identidad chichimeca (Dibble, 2000).

3. Otro dato visible es la evolución de una identidad relacionada con lo que sería el tlahtocáyotl acolhua. Se distingue el glifo que indica acolhua, y se ve como este acompaña a Quinatzin y Huetzin, a pesar de que estos señores no eran del mismo pueblo. Esta acción sugiere que formaban parte de una misma nación o unidad.
4. El códice contiene, debajo de las escenas de enfrentamientos, los topónimos que indican los lugares de batalla. Debajo de Quinatzin y Ocotoch está el topónimo de Tezcoco o Tezcutzinco, y abajo de Yacanex y Huetzin está el topónimo de Chiautla. Estas escenas incluyen el glifo que indica la fecha 1 Tecpatl, y debajo de la representación de la batalla entre Yacanex y Huetzin está un arco con flecha que es usado frecuentemente para denotar una filiación chichimeca. Así, es válido pensar que este glifo sea el que determina el nombre de la guerra: la Chichimecáyotl.
Bibliografía.
ALVA Ixtlixochitl, F. De. Historia de la Nación Chichimeca. Crónica de América. Madrid, 1985

GARCÍA SAMPER, M. d. Sitios Guarda Fronteras en Micoacán yTlaxcala.Ponencia presentada en el XII Congreso Internacional de Otopames en. 2010..

No hay comentarios :

Publicar un comentario