“En esta masacre, en donde hubo acribillados, a tiros, 17 personas, unos libraron el pellejo, muy lastimados y a mi hija la calcinaron junto a mis cuatro nietos, y ahí, (en La Mora) para empezar a levantar los pedazos, debe haber presencia federal, porque el Estado no pudo”.
Así lamentó Adrián LeBarón, padre y abuelo de cinco de las nueve víctimas que dejó la masacre cometida contra su familia en Bavispe, en los límites de Sonora y Chihuahua, que, junto con Julián LeBarón, lanzó un mensaje al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador; hay que dejar atrás la política de “abrazos-no balazos”.
Esto, al señalar que “David Langford, perdió a su esposa, perdió a sus dos niños, uno de ellos brutal, completamente acribillado. Recibió la mayoría de los 200 impactos que le llegó a la camioneta de mi prima. Cinco de sus hijos quedaron heridos. Uno de ellos, Cody, con ocho disparos, que tuvo que caminar 20 kilómetros, para pedir ayuda”.
Y ante ello, continúa, “si el Presidente quiere exponer a su persona a la violencia mortal, tiene todo el derecho de hacerlo, pero como empleado de los mexicanos, tiene un monopolio de la fuerza, y no tiene derecho no tiene derecho a pedirle a un ciudadano que abrace a alguien que llega a matarte con ametralladoras”.
“Mi primo David hace responsable al Presidente, porque su política de no enfrenar a los que asesinan es criminalmente irresponsable”.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio, ambos hablaron de la reunión de este lunes con Javier Sicilia, para organizar la movilización a la que están convocando, y que encabezarán los LeBarón en enero próximo.
Adrián, padre de Ronitha, acribillada junto a sus cuatro hijos, en la masacre de Bavispe, que sumó otras cuatro víctimas, dos menores y dos mujeres más, aseguró que la tragedia lo llevó a “subirse al avión con Julián, a quien lo acusan de activista, -ironizó- y le dije y quiero que seas mi abogado, para que me lleves con Javier Sicilia, porque lo quiero abrazar”, con quien se reunieron este lunes.
En el abrazo, con mi corazón sangrando, le dije (a Sicilia) te quiero contratar, porque quiero que seas mi abogado. Y lloramos por nuestros seres queridos. Yo ando contratando gente, para que me ayude a encontrar respuestas” y que abogue por las víctimas, recalcó.
En su oportunidad, Julián LeBarón afirmó que “este dolor que tenemos en el país, es general, no creo que no haya mexicano que no tenga a alguien cerca, a un conocido, que haya sido desaparecido o asesinado, y en ningún caso se hace justicia”,
Por ello, recalcó, toca a los ciudadanos llamar a cuentas a los responsables de la seguridad del país “para ver cómo reemplazar lo que tenemos para que pueda funcionar”.
A pesar de afirmar que el camino para alcanzar la paz “tampoco son las autodefensas”, Julián LeBarón, esa es, dijo, la última instancia.
El gobierno está para defender tu vida, tu libertad, y tu propiedad, pero si no está cumpliendo con sus obligaciones, y le permite a los criminales tener la libertad de asesinar a su próximo, el gobierno ya no tiene la libertad, ni autoridad moral ni legítima, de pedirle a un ciudadano que abrace a la persona que lo está asesinando”. Pero, nunca, recalcó, “es demasiado tarde”.
Por su parte Adrián LeBarón, afirmó que “en Hebreos 11 dice que Fe es estar seguro de lo que esperamos y yo tengo más esperanza en el movimiento, de lograr el objetivo que busco, que en las autoridades”.
Estados Unidos, agregó Julián, todos los ciudadanos son competencia de la policías, y si esta no llega, el ciudadano puede defenderse de una agresión, por lo que “las armas en sí no pueden ser buenas o malas, porque las armas en manos de víctimas de la violencia son instrumentos sagrados”, pero prohibirle, los medios de defensa a quienes están siendo agredidos, cuando no los encuentran afuera, hace que la autoridad sea más peligrosa, que los carteles del crimen organizado, advirtió.
No creo que haya camino a la paz que no sea la activa participación de la gente buena para deslindarse del crimen y lo que nosotros estamos proponiendo y promoviendo es trazar una línea”, y que quienes no vayan a participar, “se hagan a un lado, y todos los que quieran estar en nuestro barco, que se pongan del otro”.
Respecto a la reunión agendada el próximo lunes 2 de noviembre, en Palacio Nacional, con el Presidente André Manuel López Obrador, la única expectativa, enfatizó Adrián LeBarón “es que nos dé respuestas”.
La expectativa ya tiene nombre, porque él nos mandó decir en una mañanera, que él a la familia sí le dará avances de la investigación, y yo por mi familia, por ti y por México, yo voy a ir a que me dé la información”.
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