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jueves, 16 de abril de 2020

El Altepetl de Atzacoalco sus límites territoriales y tenencia de la tierra”.

María de la Asunción García Samper.
Miguel Nicolás Moreno Alcántara.
Elvia Martínez Contreras.
Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C.





Para la región de nuestro estudio conformada por Zacatenco, Tolla, Ixhuatepec, Atzacoalco y el Tepeyacac, la explotación de los medios de producción se fundamentó en los Tecpan o Tecalli que parecen haber sido Calpulli, ancestralmente son unidades sociales de producción que abarcaban diferentes formas de territorio: un sector de la ciudad, unas aldeas, estancias en la llanura o en sotomontano, etc., que están asignadas por el Estado para el sostenimiento del linaje dominante ("Pillalli" o"Tecpillalli"), tierras pertenecientes a recámaras del rey y señores antiguos, o bien, a los puestos administrativos de carácter representativo del Estado como las "Tecpantlalli" o "Tlatocatlalli", para los "tecuhtli" o "tlahtoani”. Dichas tierras eran pobladas por "Tecpan Pouhque", gente que pertenecía a la recámara y palacios de tales reyes, que eran regenteados por los "calpixque" o mayordomos, los cuales se encargaban de recaudar la producción apropiada cíclicamente. (Corona Sánchez, Eduardo, Chinampa, Metepancles, Caanche: tres sistemas de producción agrícola prehispánico. En revista Cuicuilco. ENAH. México, 1981.)
El tributo consistía, básicamente, en alimentos durante todo el año (maíz, fríjol. tortillas, cacao, panes de sal, cestones de chile, tomate, pepitas, etc.), así como gente de servicios que barrían, cocinaban, traían agua, carbón y esteras; si tributaban a "Teteutin" o gente con algún cargo temporal, le labraban la tierra o le aportaban un número específico de productos con valor de cambio (mantas, cargas de legal) o trabajo especializado, -caleros, petateros, etc.- (García Samper María de la Asunción. El Albarradon de Acalhuacan o de Cristo Rey. Ed. H. Ayuntamiento de Ecatepec de Morelos. INAH. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México.1991.)
Estos "Tecpan Pouhque" otrora macehuales, sus tierras o laboríos eran posesión del Estado o comunidad suprema, el cual los redistribuía entre sus componentes o integrantes del grupo dominante de acuerdo con sus méritos, cargos y linajes, es decir como totalidad, que los distribuía como fuerza de trabajo entre sus unidades administrativas o representativas.
En cambio, los Calpulli o Altepetlalli eran las tierras pertenecientes a los barrios, al pueblo, en donde estaba asentada la gente común, la que labraba y cultivaba para el pago de sus tributos y sustento. Eran las tierras de los "Macehualtin", poseídas por derecho o herencia a nivel étnico e histórico como base real de las fuerzas productivas del Estado al que conformaban.
Los "Macehualtin" no componían al grupo dominante, sino a la comunidad en general. Eran la clase dominada ya explotada, pero a diferencia de los "Tecpan Pouhque" no eran en sí pertenencia del Estado, sino miembros de él y como tales, tenían derecho al uso de la tierra y demás medios de producción que comprendían el territorio estatal, de acuerdo a los límites que les eran asignados para su sustento, de cuyo trabajo como productores daban una parte, en reconocimiento, al representante del Estado, como producto o bien trabajaban las tierras que la comunidad suprema asignaba para el sostenimiento de la religión de la guerra y de la burocracia administrativa. (García Samper, María d la Asunción, Andrés Gutiérrez Pérez, Corona Sánchez, Eduardo. Sistemas Hidráulicos y propiedad de la tierra. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 1996).
Además, aportaban su fuerza de trabajo para obras estatales de servicio público (construcción y reparación de diques, templos o palacios de su Altepetl), a veces conformaban los contingentes para la guerra de conquista como empresa del Estado para ampliar la producción del tributo a través de la apropiación de productos, tierras y fuerza de trabajo.
La confederación de pueblos controlaba desde el Tepeyac: Tultepec, Tola., Zacatenco, Atzacoalco y era de esos lugares de donde salía el peso de la fuerza de trabajo necesaria para la construcción de los sistemas de riego. (García Samper, María de la Asunción y Miguel Nicolás Moreno Alcántara Crónica e historia del pueblo de Santiago Atzacoalco. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.)
Así, las chinampas las encontramos presentes en toda la región de la cuenca de México, pero también en estos pueblos, conociendo que de aquí en Atzacoalco se mandó construir el gran Albarradon de Netzahualcóyotl que va hacia Ixtapalapa y que sirvió para proteger la ciudad de México-Tenochtitlan y México-Tlatelolco. En este pueblo y sus barrios existió la explotación del lago y de la tierra a través de chinampas, camellones y represas. (García Samper, María de la Asunción y Miguel Nicolás Moreno Alcántara Crónica e historia del pueblo de Santiago Atzacoalco. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.)
El sistema lacustre le proporciono al Valle de México la solución a un problema crítico de las culturas mesoamericanas, el transporte, carente de animales de tiro o de cargo, y sin hacer uso de la rueda, la civilización de Mesoamérica dependió del transporte humano, excepto donde los lagos, ríos y el mar facilitaron caminos acuáticos. El sistema lacustre del Valle de México fue cruzado por una verdadera red de canales y acequias profundas, en la mayoría de los casos construidos artificialmente, por los que circulaba un enorme número de canoas. (Figura 1)
En la región de Tepeyac-Atzacoalco existieron cuatro tipos fundamentales de organización hidráulica en los sistemas agrícolas. El primero, es en los manantiales permanentes, que por lo general se localizan al pie de la alta montaña de la Sierra de Guadalupe, ahí el agua era capturada en su mismo nacimiento, usando con frecuencia cajas para regular el flujo enviado por los canales, también a veces para elevar el nivel del agua y regar mayor cantidad de tierra.
El canal principal partía una red de distribución de pequeños canales y acequias, a veces corriendo quince o veinte kilómetros con pequeños depósitos secundarios de almacenamiento y regulación del agua. Muchos de estos canales y depósitos se impermeabilizaban con estuco y calicanto. La quebrada topografía de estas zonas hizo necesario en muchos casos, construir acueductos para salvar barrancas a grandes desniveles, para ello fue preciso levantar enormes taludes de piedra y tierra que constituyen todavía uno de los rasgos más prominentes, además visibles de estos sistemas de riego que eran sistemas combinados con obras muy extensas de aterrazamiento con fines agrícolas, esto se puede ver en los cerros de Santa Clara y la parte de san Pedro Xalostoc, Tulpetlac, Ixhuatepetl, Zacatenco, Atzacoalco y Tolla, así como en otros sitios.
Como consecuencia también fueron utilizados los ríos permanentes y semipermanentes en esta región, mediante presas como lo podemos ver en Santa Clara Coatitlán, los grandes canales de desviación y redes extensas de acequias. Son Pocos los restos aún visibles a la observación superficial, habría que usar, seguramente técnicas de otra naturaleza para descubrirlos. Las fuentes documentales contienen abundante información.
La intensificación de la agricultura, la creación de nuevos suelos cultivables y las facilidades de transporte favorecieron a las altas densidades de población, así como las concentraciones urbanas. El poder económico y demográfico amasado en el Valle de México, combinado con una organización político militar estrechamente ligada a la organización hidráulica, permitió salir a la captura de las poblaciones y de los recursos de los valles vecinos. Finalmente, el poderío reunido alrededor del valle se desbordó sobre el resto de Mesoamérica, y quizás no por primera vez, bajo el liderazgo del expansionismo imperialista de los mexicas. (Figura 2)
Límites y colindancias de la Alcaldía Gustavo A. Madero.

Tiene una extensión de 95 km². Colinda con los municipios de Coacalco de Berriozábal, Tlalnepantla de Baz, Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl y Tultitlán.

Límites y colindancias de la Delegación Azcapotzalco.

Azcapotzalco colinda al norte con los municipios de Tlalnepantla y Naucalpan en el Estado de México, al sur con las alcaldías Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo. Al noroeste de Azcapotzalco se encuentran las subcuencas del río Hondo y el río Chico de Los Remedios, en las cercanías en progresiva latitud norte están los ríos San Javier y Tlalnepantla.
Los caudales del río de Los Remedios y el Hondo descienden desde las lomas de la Sierra de Guadalupe al norte y las sierras de Los Remedios y Las Cruces al occidente, la mayoría de estos causes desaguaban en tiempos remotos de forma natural en el lago de México. (Pérez Rico, Gilberto. Arqueología e Historia en Azcapotzalco. En: Ehttp://www.monografias.com/trabajos81/arqueologia-historia-Azcapotzalco/arqueologia-historia Azcapotzalco2.shtml#ixzz3Ezu1bZM4)
Límites y colindancias Tlalnepantla.
Se localiza al oriente del Estado de México en la porción septentrional del Valle de México; sus coordenadas geográficas son 19º 30' y 19º 35' de latitud norte y a los 99º 05 y 99º 15' de longitud oeste. Posee una extensión territorial de 83.74 km² representando el 0.31% de la superficie del Estado de México, además su territorio está dividido en dos zonas por territorio de la Ciudad de México.
Sus colindancias en la parte oriente son con Ecatepec de Morelos al norte y oriente, al sur y poniente con la alcaldía Gustavo A. Madero, en la parte poniente colinda al sur con la alcaldía Azcapotzalco y con el municipio de Naucalpan; al norte con Cuautitlán Izcalli y Tultitlán, teniendo al poniente el municipio de Atizapán de Zaragoza.
Los Elementos Hidráulicos.
Los ríos de Tlalnepantla, Guadalupe y Los Remedios regaban las faldas de los cerros del Tepeyacac, Yohualtecatl, Zacahuiztco y Zacatenco, existían Ciénegas como las del Zacahuiztco donde los salitreros trabajaban la tierra tequesquitosa para producir la sal.

Fragmento del plano de 1629-1633 que registra el río de Guadalupe que desemboca en el lago de Texcoco. (Figura 1)
Los planos del siglo XVI al XVIII nos muestran que esta región ha estado rodeada de manantiales y de corrientes de agua como son los arroyos, como el de Tlalnepantla, Los Remedios y el Tepeyac, elementos fundamentales para el desarrollo de la sociedad.
Este mapa nos ubica en el siglo XIX la región de la Villa de Guadalupe con los ríos de Guadalupe, además de ver como el río Tlalnepantla va a unificarse al río Guadalupe antes de que este desemboque el lago de Texcoco.
Por las características geológicas de la región, permite la retención de agua (de origen fluvial y pluvial), formando manantiales, los cuales han tenido mucha importancia. El ámbito lacustre está formado por los lagos de Xaltocan, Texcoco y la laguna de México. (Figura 3)
El sistema hidráulico prehispánico que recogía las aguas de los ríos de Tlalnepantla, de Cuautitlán y de Tepeyacac, encajonándolas y dirigiéndolas para distribuirse en los señoríos como Ixhuatepec, Atzacoalco, Tolla y el Tepeyacac, además de retroalimentar para el consumo humano, la fabricación de la sal y el regadío de los campos agrícolas en un complicado sistema de canales y calzadas.
Se construye por órdenes del señor de Texcoco el Tlachtocayolt Netzahualcóyotl el Albarradon desde Atzacoalco, esto fue para dividir las aguas de Texcoco y separar las aguas dulces de las saladas, llegaba hasta Ixtapalapa.
El propio poblado de Tepeyac que crecía al pie de la serranía no debía de escapar los peligros del elemento líquido y en algunas ocasiones fue afectado por este que causo perjuicios en sus construcciones.
Así mismo, se construye en este tiempo un alto muro por el lado occidental que represaba y encauzaba las corrientes de este rumbo, red hidráulica como la calzada de Guadalupe con sus diques y canal acueducto. Se canalizo el río Guadalupe con los ríos Tlalnepantla. (García Samper, María de la Asunción y Miguel Nicolás Moreno Alcántara Crónica e historia del pueblo de Santiago Atzacoalco. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.)
En las laderas un sistema de terrazas y sistemas hidráulicos como son los Metepancles o chinampas de laderas para el riego y abasto domestico que recogía las aguas de los manantiales y ríos de esta región.
En el siglo XVI los gobernadores de Atzacoalco y Ecatepec reciben órdenes para que se encauce, además se unan todas a estas corrientes fuertes de agua y sean canalizadas para el santuario novohispano de Guadalupe; más tarde en el siglo XVII se construye el sistema de arcadas y cajas de aguas cuyo conjunto se llamó el Acueducto de Guadalupe.
De esta forma se introdujo el agua desde el río de los Remedios que bajaba por el monte en Naucalpan, pasando en su recorrido por el Molino Blanco, Azcapotzalco; en Puente de Vigas se unía al río Tlalnepantla y río Perenne, formando lo que se llamó río unido o de Guadalupe en el año de 1691, que desde Tenayuca seguía su curso hasta el santuario de Guadalupe, desembocando finalmente en la laguna de Texcoco después de regar campos, haciendas y pueblos. (Figura 4)
Al formarse el poblado de Guadalupe al pie del Tepeyac, fue su asiento la ribera del lago de Texcoco que, como se sabe, contenía aguas turbias. Por su nula potabilidad para los usos domésticos, los vecinos utilizaban el agua del río de Guadalupe con todos los inconvenientes y peligros que son de suponerse. El Ilmo. Señor don Fray Payo Enríquez de Rivera quiso remediar este mal y a su costa, construyo primero la atarjea y la pila que se veía, según el plano del pueblo de santa Isabel Tola, frente a la puerta principal de templo, recurso que empezó a usarse el 12 de diciembre de 1678.
Este servicio era insuficiente y fue necesario tomar el agua de otro lugar, para lo cual se hizo un importante acueducto con su caja distribuidora, reposaderas y fuente ornamental.
La arquería trae el agua desde el pueblo de Santa María, cercano a Tlalnepantla, y alimenta a los pueblos de Ticomán, Santa Isabel y Zacatenco. Una parte de líquido era utilizado en la zona norte de la Ciudad de México. Este caño comprende 2310 arcos y recorre una distancia aproximada de 12 kilómetros. De trecho en trecho las reposaderas son objeto de motivos arquitectónicos de los cuales contienen inscripciones.
También se hacen hermosas fuentes una de ellas la que se encuentra en la Plaza Juárez, llamada antes Plaza del Santuario y entro en ella, por primera vez, el 7 de julio de 1751. Esta fuente consta de un brocal fuertemente moldurado, con una planta excesivamente movida, su motivo central es un pilón con figuras que representan a las partes del mundo, coronado por una imagen esculpida de la Virgen de Guadalupe.
Fue en el año de 1679 cuando el Conde de Paredes otorga la merced de aguas para la Villa de Guadalupe, aunque esto no fue suficiente y se le dotó de dos surcos hacia el año de 1714, siendo el Marqués de Casa Fuerte quien dio otra naranja y un surco más. La arquería pasó por San Bartolo, Santiaguito Timoluco, Santa María Ticomán, San Pedro Zacatenco, Santa Isabel Tola, hasta llegar a la monumental caja mandada a construir por Tres palacios y terminada el 30 de marzo de 1751. (Figura 5)
La atarjea y la hermosa fuente, mandada a hacer por Fray Payo Enríquez de Rivera, apoyado por los canónigos de la Colegiata. (Figura 6). En el año de 1678 también se inaugura la pila y atarjea del pueblo de Santa Isabel Tolla (Pompa y Pompa, Antonio. El Gran Acontecimiento Guadalupano. Ed. Juss- Senties. México, 1995). En 1743 se realizó y terminó la atarjea y toma de agua, comenzándose el 23 de junio desde la cabecera de Tlalnepantla, alimentándose la arquería hacia el lugar de la toma del pueblo de Santa María donde se abastecía la hacienda de San Mateo Tulpa, esta toma era una sencilla construcción que:
“...aparentaba una capilla exomada con algunos motivos religiosos...” (Martínez, José Luis. Netzahualcóyotl. Vida y obra, Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1992.),
Esta compuerta era de la pila en donde se encontraba una escultura de San Mateo Apóstol.
De los tres acueductos construidos en el Valle de México, del que menos se conoce su historia es la del acueducto de Guadalupe, el cual iniciaba en el río de Tlalnepantla (pueblo de Santa María), y terminaba en la caja de agua a espaldas de la Basílica (12 696 varas). Su construcción era subterránea hasta la actual Av. Tenayuca y a partir de ahí el agua era llevada sobre 2310 arcos de poca altura.
Hacia 1678 los pocos habitantes del entonces poblado de Santa María de Guadalupe y los ya crecientes peregrinos que acudían al santuario, se abastecían del “agua fétida del Lago de Texcoco, y la turbia que pasaba frente al santuario” del río de Guadalupe, por lo que el entonces virrey y arzobispo Fray Payo Enríquez de Ribera, ordenó la construcción de una “atarjea” que al nivel del piso suministrara el vital líquido al “caserío a las faldas del Tepeyac”. (Ruiz Gormar, José Rogelio. El Acueducto de Guadalupe. En: Estudios acerca del arte novohispano. México. 1979. Edit. Universidad Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas. Ruiz Gormar, José Rogelio. El Acueducto de Guadalupe. En: Estudios acerca del arte novohispano. México. 1979. Edit. Universidad Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas.)
Un año después se concedió a don Pedro Arias de Moya y Guzmán “labrador de la jurisdicción de Tacuba y Tlalnepantla”, el uso de las aguas del río de Tlalnepantla para abastecer su hacienda de San Mateo Tulpa, obligándose a abastecer también al santuario de Guadalupe. En 1714 se otorgó otra merced de agua al capitán don Blas López de Aragón “arrendatario de la hacienda de Santa Ana, ubicada en los aledaños de Guadalupe”, quien a su costa y riesgo había de llevar parte del caudal otorgado “al santuario y su vecindario... en calidad de perpetuos”.
Contamos para la época colonial con batanes en los ríos de Tlalnepantla y en los arroyos que nacen en el mismo, también en el río de Guadalupe para 1545 se registró un molino o batan para moler trigo.
Se amplía la calzada de Guadalupe, se comunicaba con la ciudad de México por medio de dos calzadas. La construcción más reciente fue abierta entre los años de 1781 y 1791 y estuvo acotada por álamos blancos, su apertura vino a destruir a la primitiva calzada de piedra o antigua y actualmente de los Misterios. Estaba construida a un nivel superior al de lago circundante y se demarcaba con dos albarradas de mampostería que formaban dique, circunstancia que con toda probabilidad dio origen al nombre de “Calzada de Piedra”.( Fernández del Castillo Francisco, México y la Guadalupana. Secretaría del Arzobispado de México, 1931. Pgs128.)
Esta vía era trayectoria obligada para el paso de los virreyes y personajes en sus viajes a la metrópoli y a su arribo de esta. Próximamente había además de los pilones o misterios, una rotonda monumental con exedras, puertas y vasos ornamentales.
Manantial al pie del cerro y al oriente del santuario brotaba un manantial de aguas alcalinas y ferruginosas, del cual se hicieron unas albercas para baños curativos que usaban los indígenas y españoles, más tarde se hizo un pozo. Fernández del Castillo Francisco, México y la Guadalupana. Secretaria del Arzobispado de México, 1931. Pgs128.)
Pueblos, haciendas y ranchos: Atzacoalco, Cuautepec, Atepoxco, Aragón-san Juan, Escalera, Ticomán, San Bartolo Atepehuacan, San Pedro Zacatenco, Magdalena de las Salinas, Santiago Atepetlac y Santa Isabel Tola.
Entre 1691 y 1718, el Lic. Gaspar de Zepeda y Castro se encarga de dirigir las obras para construir la toma, además desagües del río y erigir una nueva caja de agua; estas obras siguieron a lo largo de todo el río hasta su desembocadura en la laguna.
En 1693, se le ordena al Alcalde Mayor de Tacuba que envíe maestros a ver una parte del río de Los Remedios, para que determinen por dónde se puede conducir sus aguas al pueblo de Azcapotzalco.
Para 1725, a Don Antonio de Las Casas se le encarga como comisión de obras públicas la limpia de los ríos de Los Remedios y Tlalnepantla.
Los ríos de Los Remedios y Tlalnepantla reciben en 1791 la visita de inspección del Sr. Oidor don Cosme de Mier y Trespalacios, Juez Superintendente de lo principal y anexo del desagüe. Debido a estas obras, el río de Los Remedios fue reencausado para evitar su desbordamiento, construyéndose altos bordos de tierra a sus costados, los que aún se pueden observar en todo su recorrido. Las evidencia de su antiguo cauce existe todavía en el pueblo de San Pablo Xalpa, en las avenidas Cultura Tolteca, Cultura Romana y Rivera del Río, que aún conserva las ondulaciones del cauce original.
Otra obra importante realizada en la región fue la definición de varios caminos para comunicar poblaciones como Azcapotzalco, San Jerónimo, y San Pablo con Los Reyes, San Juan Iztacala, Tenayuca y Tlalnepantla. Al respecto existe un plano elaborado por Idelfonso Iniesta Bejarano en el siglo XVIII, donde aparece la señalización de estos caminos y los poblados que debían comunicar.
En este plano se observan los ríos de Los Remedios o río de San Pablo (E), y el de Tlalnepantla (O) cruzado por varios puentes, así como la caja de agua y el acueducto de Guadalupe (L); y pueblos como Tenayuca, el cerro del Tenayo (N), Tlalnepantla (K), San Jerónimo (F), San Pablo Xalpa (C), y Azcapotzalco (A), con su iglesia. El Pueblo de Los Reyes está indicado con la iglesia (H), mientras que el pueblo de Ixtacala (San Juan) sólo se indica con unas construcciones en forma de U, sin iglesia, ya que posiblemente en esa época se trataba de parte de un rancho.
La contribución de los hacendados del norte de la laguna para la construcción del acueducto fue decisiva; el establecimiento de estas haciendas data de mediados del siglo XVI, según consta en las Actas de Cabildo (Actas de Cabildo de la ciudad de México 1555. México. Aguilar e Hijos. 1988-2013. AGN, 63. Vol. Sistemas Hidráulicos. México. 1982.), cuando en marzo de 1554 el vecino don Pedro Núñez propone al Ayuntamiento el uso de estas tierras para fines agrícolas: “... En esta ciudad los vecinos de ella tengan tierras donde trigo y maíz y entre todo a esta ciudad por el agua por esta acequia... y se pueden coger en estas tierras cien mil fanegas de trigo y cien mil de maíz y que entre todo en esta plaza de México... son todas tierras estas que tengo visto que no se han sembrado en ningún tiempo”. (Ruiz Gormar, José Rogelio. El Acueducto de Guadalupe. En: Estudios acerca del arte novohispano. México. 1979. Edit. Universidad Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas).
No obstante, los esfuerzos realizados, la escasez de agua potable para el santuario y sus vecinos era constante, por esto se iniciaron en junio de 1743 las obras para la construcción del acueducto que suministró de manera permanente el agua. En los años siguientes se realizaron las obras del puente de Tenayuca (1745), el de Ticomán (1746), San Pedro Zacatenco y Santa Isabel Tola (1749), elevándose en este año la población a la calidad de Villa bajo el gobierno del primer conde de Revillagigedo.
Tras ocho años de construcción (julio de 1751), “se vio entrar y verter el agua en la famosa fuente que estaba a prevención fabricada en el centro de la plaza del santuario”, esta era de cerca de 10 metros de diámetro, en el centro ostentaba “una elevada columna con las cuatro partes del mundo, y en la cúspide una imagen de la virgen de Guadalupe”. (Moreno H., Roberto E. El Acueducto de Guadalupe era Sostenido por 2300 arcos. Edición electrónica: novohispano@hotmail.com)
Originalmente, en 1713 la república de indios de Santiago Tlatelolco otorgó como renta la Hacienda de Santa Anna Aragón, en ese trato se construyó un acueducto que llevaba agua entre la Villa de Guadalupe y Santiago Tlatelolco, pero en 1741 se le otorga a la villa su separación de la municipalidad de México, creándose el municipio de Guadalupe.( González ALVARADO, Rocío (17 de julio de 2006). Rescatan del abandono el acueducto de Guadalupe. La Jornada. http://www.jornada.unam.mx/2006/07/17/index.php?section=capital&article=040n1cap. Consultado el 4 de octubre de 2008.)
] En diciembre de 1815, al ser conducido preso hacía Ecatepec para ser ejecutado por sedición al insurgente José María Morelos, le fue concedido el parar en la Villa de Guadalupe para hacer un último rezo, en esta oportunidad bebió agua en la fuente del Acueducto.[
] Es hasta el gobierno del presidente Porfirio Díaz que se sustituye el acueducto por tubería de hierro y deja de funcionar, pero el 7 de abril de 1932 el Acueducto de Guadalupe fue oficialmente declarado Monumento histórico de la Nación.[1]( Secretaría de Turismo de la Ciudad de México (ed.): «Acueducto de Guadalupe» (2008). Consultado el 4 de octubre de 2008. http://www.mexicocity.gob.mx/). En 2006 se hacen trabajos de renovación, se le construyen andadores y zonas de recreo a sus costados.( Moreno H., Roberto E. El Acueducto de Guadalupe era sostenido por 2300 arcos. La Crónica de Hoy. (10 de diciembre de 2005). http://web.archive.org/web/http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=216024. Consultado el 5 de octubre de 2008.) [
En la actualidad, a la altura de la Colonia Residencial Acueducto se restauró y se puede apreciar un extenso corredor paralelo al monumento que la gente utiliza para correr y ejercitarse en ocasiones para la práctica de ciclismo, además de ser el lugar de descanso de la peregrinación proveniente del estado de Querétaro, considerada la más grande que ocurre hacia la Basílica de Guadalupe. Este lugar era ocupado como locación para películas en la década de los 40 y 50.
Copia basada en el Plano de Idelfonso Iniesta Bejarano, vista de los caminos y pueblos del área entre Azcapotzalco y Tlalnepantla en los siglos XVII y XVIII. (De los Reyes, Antonio, Relación de Iztacala. En: http://www.monografias.com/trabajos82/relacion-iztacala-parte-3-epoca-virreinal-y-siglo-xix/relacion-iztacala-parte-3-epoca-virreinal-y-siglo-xix2.shtml#ixzz3EzveCZf2)(Figura 6)

A: Pueblo y Camino Real de Azcapotzalco a Tlalnepantla. B: Puente roto. C: Pueblo de San Pablo Xalpa. D: Vestigio y lugar por donde venía el río de San Pablo. E: Río de San Pablo. F: Pueblo de San Jerónimo. G: Lugar por donde debe ir el Camino Real de Azcapotzalco, San Pablo a Tlalnepantla y Los Reyes. H: Pueblo de Los Reyes. Y: Otro camino real de tostones de Azcapotzalco a Tlalnepantla. K: Pueblo de Tlalnepantla. L: Río de Tlalnepantla y tarjea, o acueducto de Nuestra Sra. de Guadalupe. M: Pueblo de Ixtacala y Camino Real de Azcapotzalco. N: Pueblo de San Bartolomé Tenayuca. O: Río de Tlalnepantla. P: Rancho de San Pablo. Q: Camino Real de Vallejo. R: Lugar por donde puede ir el camino Azcapotzalco y San Pablo a Tlalnepantla.
El uso de la tierra y de los recursos lacustres, del agua tanto de las comunidades indígenas como de los sistemas españoles de propiedad: encomiendas, estancias, mercedes y haciendas, era tomada en la región del Tepeyacac-Atzacoalco. ( García Samper, María de la Asunción y Miguel Nicolás Moreno Alcántara Crónica e historia del pueblo de Santiago Atzacoalco. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.)
Desde la época prehispánica el uso y posesión de la tierra, así como del agua de los bosques, cotos de caza, minas y del control político-económico, del comercio y del mercado casi siempre recae en los linajes dominantes, los cuales se expresaron a través de unidades sociales emparentadas, como son los clanes cónicos, conformados por los Tecali, asociados a formas de posesión o derechos individuales y las diferentes posesiones que guarda como unidad subordinada a la unidad central o suprema, representando en el poder político estatal. -García Samper, María d la Asunción, Andrés Gutiérrez Pérez, Corona Sanchez, Eduardo. Sistemas Hidráulicos y propiedad de la tierra. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 1996.)
Por otra parte, también está presente en nuestra discusión el caso del cacicazgo, donde se fundamentaba la encomienda para el control del tributo como medio de sojuzgamiento de las clases dominadas conformadas por los maceguales o común del pueblo.
Los pueblos asentados en el área del Tepeyacac-Atzacoalco han sido fundamentalmente agricultores. En un principio el hombre ha utilizado la tierra de acuerdo al medio ambiente donde se encuentra, formando una simbiosis hombre-naturaleza.
Ante el avance tecnológico, el hombre no sólo se va apropiando de lo que la naturaleza le proporciona, sino que va modificando hasta lograr un cambio radical del medio ambiente de acuerdo a sus necesidades, de tal manera que la especialización de las formas de producción agrícola en referencia al uso del suelo y del agua se daban por la diversificación de los pisos ecológicos de la región con relación a las formas de división y control del trabajo, las cuales representaban diferentes formaciones socio-económicas, cuya fuerza de trabajo y relaciones sociales de producción tributaria se adaptaban de acuerdo al dominio o subordinación que ejercían sobre ellos, o ampliando en algunos casos su propia capacidad productiva por medio de la construcción de obras hidráulicas de corto y largo alcance, controlando los sistemas de humedad localizados cerca de lagos, ríos y arroyos, como es el caso de la región de Tepeyac-Atzacoalco o en las partes serranas por los canales y los Metepancles, como en las terrazas del Monte Yohualtecatl, que eran tierras de siembra del pueblo de Santiago Atzacoalco, nuestra región de estudio que cultivó en forma extensiva a través de terrazas con Metepancles.( García Samper, María de la Asunción y Miguel Nicolás Moreno Alcántara Crónica e historia del pueblo de Santiago Atzacoalco. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.)
Bibliografía
-Actas de Cabildo de la ciudad de México 1555. México. Aguilar e Hijos. 1988-2013. AGN, 63. Vol. Sistemas Hidráulicos. México. 1982.

-Aguirre Botello, Manuel. El Zócalo de la Ciudad de México Primera desde la colonia hasta antes del Porfiriato. En: México Mágico 1555-1876. Editorial Septiembre. México, 2004.
-De los Reyes, Antonio, Relación de Iztacala. En: http://www.monografias.com/trabajos82/relacion-iztacala-parte-3-epoca-virreinal-y-siglo-xix/relacion-iztacala-parte-3-epoca-virreinal-y-siglo-xix2.shtml#ixzz3EzveCZf2

-Fernández del Castillo Francisco, México y la Guadalupana. Secretaria del Arzobispado de México, 1931. Pgs128.

-García Samper María de la Asunción. El Albarradon de Acalhuacan o de Cristo Rey. Ed. H. Ayuntamiento de Ecatepec de Morelos. INAH. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México.1991.

-García Samper, María d la Asunción, Andrés Gutiérrez Pérez, Corona Sanchez, Eduardo. Sistemas Hidráulicos y propiedad de la tierra. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 1996.

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