“Através de la parte mediática algunos representantes populares están presionando al gobernador para que no publique las modificaciones; nosotros estamos en apoyo claro y libre de lo que realmente es”, indicó.
Entrevistado luego de la sesión de consejo de la Canirac estatal, Durán Gallástegui, insistió que aunque desaparecen las sanciones penales, prevalecen las administrativas que pueden ser hasta el cierre definitivo del establecimiento.
Está documentado, argumentó, que la penalización por vender alcohol a menores sólo dio lugar a extorsiones y “se lo voy a poner enfrente si es necesario al diputado del PAN, Raymundo Guzmán, quien es promotor de las inconformidades contra estas modificaciones que nos favorecen a todos los mexiquenses”, argumentó.
Tenemos hechos documentados en Cuautitlán Izcalli, de negocios que se vieron afectados por extorsiones de “servidores públicos” que en contubernio con menores de edad nos los “plantaban en los negocios” para exigir dinero.
Consideró que los legisladores que actuaron con responsabilidad votaron a favor de la iniciativa, por el contrario, “otros están enviando mensajes equivocados, parciales y vagos para generar opiniones en algunos sectores que refuercen argumentos sin contenido, que echen para atrás iniciativas y les den soporte legal para presentar una controversia, amparos y que esto se vaya para atrás”.
Me parece mentira que algunos, por cuestiones políticas o partidistas, estén en contra de la iniciativa; resaltan sólo que se despenaliza la venta de alcohol a menores pero no plantean que existían sanciones administrativas para evitar la venta de bebidas alcohólicas a menores, agregó.
El mensaje es que ya no existe penalización “y ahora todos pónganse a vender a los menores de edad”, eso es falso; invito a los legisladores y oros actores sociales lean la iniciativa y está cien por ciento prohibido la venta de alcohol a menores a través de distintas sanciones, reiteró.
El dirigente de la Canirac en la entidad descartó una avalancha de menores de la Ciudad de México, a negocios de la entidad “porque se encontrarían claramente con la primera barrera que es que nosotros como restauranteros no les vendemos bebidas, sabemos que está expresamente prohibido, nos podemos quedar sin nuestro negocio, sin nuestro patrimonio si cometemos esta falta, recalcó.
No lo esperamos (esta avalancha), no lo necesitamos y no lo provocamos ni lo tenemos en nuestro estilo de trabajo, porque además también somos padres de familia, sostuvo.
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