La respuesta del funcionario fue la
esperada. Hacienda sigue considerando posible el alcanzar esa tasa a
pesar del nuevo confinamiento que se enfrenta en diversas entidades de la
República.
El gobernador del Banxico se
refirió el viernes a que, si la vacunación es ágil y exitosa, el crecimiento
podría alcanzar 5.3 por ciento.
Los funcionarios consideran que, si el
proceso de vacunación va bien, se va a permitir que la actividad productiva se
regularice poco a poco.
Herrera señaló que a partir del segundo
trimestre se acelerará el proceso de vacunación, al punto de alcanzar los 10
millones de aplicaciones por mes.
De acuerdo con la Política Nacional de
Vacunación, como aparece en la página de la Secretaría de Salud, en la primera
etapa, que comenzó en diciembre y terminará en febrero, el objetivo será
aplicar 250 mil vacunas a personal de salud. El número de dosis será mayor
ya que la vacuna que se está usando, la de Pfizer, requiere de dos
aplicaciones.
El registro, hasta el 9 de enero, era
de poco menos de 75 mil vacunas aplicadas.
El despegue en la aplicación de vacunas,
según el plan oficial, comenzará a partir de la segunda etapa, que comienza en
marzo y que tiene el objetivo de vacunar a las personas mayores de 60 años.
En la actualidad, ese grupo suma 14.4 millones. Para concluir en abril,
será necesaria la aplicación de 236 mil vacunas diarias. No se ve cómo pueda
lograrse ese objetivo.
A mi parecer, vamos a tener resultados
más modestos en el proceso de vacunación, aun si ya se hicieron los
desembolsos para obtener suficientes dosis para alcanzar a 70 por ciento de la
población.
Las dificultades logísticas y la
resistencia de una parte de la población a vacunarse, probablemente van a
conducir a que la inmunización avance de manera más pausada.
Para la economía esto va a significar un
retraso en la normalización, sobre todo la parte que tiene que ver con el
mercado interno.
Como señaló la semana pasada el reporte del
Banco Mundial, los sectores exportadores de nuestro país tendrán
mejores oportunidades de recuperación ante la posibilidad de que la economía
estadounidense repunte también de manera más rápida.
Los programas de apoyo en Estados Unidos se
habrán de procesar de manera más ágil en la medida que el Partido Demócrata
tiene el control de las dos cámaras del Congreso.
Así que, en México, sectores como el del
automóvil, el agropecuario exportador, la industria electrónica y en general
las maquiladoras avanzarán este año a un paso más rápido que el resto de la
economía.
Este hecho ya se apreció en diciembre, con
un crecimiento de 16 por ciento en las exportaciones de vehículos respecto al
mismo mes del año anterior.
En contraste, los sectores vinculados
al mercado interno probablemente tengan una recuperación más lenta. La venta de
autos en el mercado interno en diciembre resultó 19.4 por ciento inferior a la
del mismo mes de 2019.
Si la economía de Estados Unidos no tiene
sobresaltos mayores, puede confiarse en que las exportaciones volverán a ser el
motor económico en este año, frente a otros sectores cuyo desempeño será
todavía muy mediano.
El otro factor crucial en México es el
comportamiento de la inversión, que en los primeros tres trimestres del año
pasado cayó 18 por ciento.
Si prosperaran cambios como la eliminación
del IFT, la Cofece o el Coneval, así como la propuesta en materia de outsourcing o
la reforma a la Ley del Banxico, habría un nuevo golpe a la confianza y
seguramente una caída adicional de la inversión privada en nuestro país para
este año.
Así que pensar que la vacuna va a salvar la
economía carece de fundamento.
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