Ante el amago de organizaciones campesinas de iniciar un paro nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que "no se va a reprimir al pueblo", se respetará el libre derecho a la manifestación. Sin embargo, ofreció una recomendación "fraterna" para que los líderes midan sus movilizaciones porque ya el pueblo identifica cuando las protestas no tienen causas justas y entonces pueden generar rechazo social.
Durante la conferencia matutina ratificó su postura de enfrentar los conflictos por la vía juarista bajo el principio de "nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho". Atribuyó las inconformidades en el sector agrario a la molestia que ha generado entre los líderes de las organizaciones campesinas por la modificación en la entrega de apoyos a los productores.
Subrayó que ya no es como antes, pues ahora el apoyo va directo al productor porque antes no llegaban los apoyos o si llegaban era con moche o con "piquete de ojo". Ahora se está actuando con justicia para asegurar que los campesinos realmente reciban los apoyos que se ofrecen en el gobierno.
El subsidio al campo limitado se le entregaba a los de arriba, los de influencia, los que tenían agarradera, capacidad de presión. A los más humildes nada. Si acaso despensas, frijol con gorgojo. No es un invento, es una realidad. Se las entregaban en vísperas de las elecciones cuando necesitaban los votos"
Anticipó que no cederá a las presiones como ocurrió cuando se empezó la lucha contra el robo de combustible, cuando se generó inconformidades por cambios en la producción y entrega de libros de texto o bien en el replanteamiento de la compra de medicamentos. En todos los casos los afectados porque se les cortó el negocio protestaron.
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