Pese a los reclamos de los habitantes de Texcoco por la construcción de una autopista, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó la suspensión de la obra, toda vez que “se tiene que hacer un análisis racional”, pues implica recursos públicos.
“Imagínense decir ‘se cancela una autopista que está por terminarse’, entonces se queda ahí la obra y si el dinero es público –era parte del proyecto de Texcoco– , no se puede decir se cancela”.
Sin embargo, “hay cuestiones en las que sí puedo decir tajantemente no”, dijo, en alusión a los megaproyectos a los que se ha opuesto como el gasoducto de Pahuatlán, en Puebla, el cual se comprometió a cambiar la ruta.
El ducto gasífero –valuado en 446 millones de dólares y que abastecerá a tres centrales de la CFE– no es el único que cruzaría esa región serrana. Se trata de un poliducto de Pemex con 24 pulgadas de ancho, el cual recorrería de manera paralela la ruta del anterior, llevando gasolina por una entidad que ya posee once ductos y que ocupa el primer lugar en robo de hidrocarburos.
“¿Por qué dije ‘vamos adelante a Santa Lucía’? Por el apoyo de los ingenieros militares, por el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional. Ahí, están día y noche trabajando y me dejo de llamar Andrés Manuel si no terminamos el 21 de marzo del 2022”, dijo.
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