El gobierno del Estado de México en el año 2016 anunció una millonaria inversión en un puente vehicular y la creación de un parque en torno a la escultura “El Vigilante” del artista michoacano Jorge Marín, como parte de un programa de recuperación de espacios en el Estado de México, sin embargo, el tan sonado espacio “Recuperado”, luce el día de hoy abandonado.
La inversión de 20 millones de pesos incluía un puente vehicular que beneficiaría a más de 300 mil mexiquenses, ubicado en la colindancia de Ecatepec y Tlalnepantla, además 3.9 millones de esos 20 fueron usados para crear un carril exclusivo para el tránsito del Mexibús, y como cereza del pastel un parque con juegos infantiles, para que los vecinos de la colonia Urbana Ixhuatepec disfrutaran.
Un parque que no ha beneficiado a ningún mexiquense, puesto que las vías de acceso no existen; construido en medio de una un circuito, a los ingenieros y diseñadores no se les ocurrió colocar un puente peatonal que conectara el parque con las colonias aledañas, intentar cruzar el arroyo vehicular implica deporte extremo poniendo la vida en peligro.
Si la persona es una intrépida que logró cruzar, se encontrará con agua anegada, podría ser de lluvia o de alcantarilla, el olor se lo dirá y el pasto se ha adueñado del lugar, los juegos que se encuentran sin ser estrenados se muestran llenos de polvo y tierra, esperando que algún día sean usados por los niños de las colonias vecinas.
El carril exclusivo del Mexibús se ha convertido en un obstáculo para el paso del propio medio de transporte, debido a que la anegación no permite que transite por ese espacio y tiene que hacerlo en el carril contiguo, por donde pasan todos los automóviles.
El Vigilante observa tristemente cómo junto con el parque está siendo olvidado y se deteriora cada vez más; hasta los adoquines que forran la base donde reposa han comenzado a caerse.
La inauguración del parque fue enmarcada no solo con la presencia del ex gobernador y oriundo de Ecatepec, Eruviel Ávila, sino también contó con la presencia y apoyo del mismísimo presidente Enrique Peña Nieto, como lo muestra una placa al centro de la “magna” obra que fue parte del corredor turístico Teotihuacán.
Cuatro años después el parque se ha convertido en una metáfora de los gobiernos priístas, muy prometedor, pero terminó por ser inservible y olvidado, y nos lleva a la misma pregunta, ¿En qué fueron gastados 3.6 millones de pesos?
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