Según la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones la situación se agrava en México ya que un 33 por ciento de los jóvenes en nuestro país no ahorra.
La propensión al trabajo por cuenta propia y el ingreso tardío, es decir, entre los 26 y 27 años, al mercado laboral representan una gran amenaza para el financiamiento de los jóvenes mexicanos a una pensión, afirmó la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP).
Lo anterior se agrava, cuando según la FIAP, en México un 33 por ciento de los jóvenes en nuestro país no ahorra, toda vez que un 29 por ciento de los jóvenes entre 17 y 21 años no tienen un actividad; mientras que los grupos de 15 a 24 y 25 a 34 años tienen las mayores tasas de desempleo.
“Los jóvenes en México también sufren deterioros en su situación de desempleo cuando se producen crisis o bajo crecimiento”, afirmó.
Así, de acuerdo con el organismo, la preocupación particular por los jóvenes mexicanos se basa en el surgimiento de empleos vía plataformas digitales, que en países como Estados Unidos emplean principalmente a jóvenes y en los cuales no están obligados a cotizar en una cuenta individual para el retiro.
Esta situación incide en el acumulado final de la cotización.
Tan solo Chile y México tienen proporciones similares de trabajadores por cuenta propia (cercano al 22 por ciento) en el 2018. Si bien las cifras son altas, éstas corresponden a las más bajas comparadas con Perú, con 29 por ciento.
Jóvenes no anticipan
Por otra parte, el tema de la pensión no está dentro de las prioridades de los jóvenes. Sin embargo, es imprescindible que las personas coticen desde temprana edad para obtener mejores beneficios.
“En general, los jóvenes no anticipan cómo sus conductas actuales afectarán su futura pensión”, señaló el reporte.
Por lo tanto, recomendó la FIAP, es tarea de las administradoras, autoridades, especialistas y de los responsables de políticas públicas adelantarse a la situación y actuar.
“Los jóvenes de los países como Chile, Perú o México tienen muchas cosas en común respecto de sus riesgos de no obtener pensiones adecuadas en el futuro. Pues enfrentan mayores niveles de desempleo, una mayor proporción que trabaja como independiente, están entrando más tardíamente al mercado laboral y le otorgan baja prioridad al ahorro para la vejez”.
Ante su baja productividad, disparidad en los salarios y un mercado laboral poco flexible, México debe ser muy cuidadoso si decide direccionar su reforma al sistema de pensiones con incrementos de ahorro y edad, recomendó Guillermo Arthur, presidente de FIAP.
“México no puede pretender pagar una buena pensión con una tasa de contribución de un 6.5 por ciento; eso es imposible. Por lo que a nivel mundial, la tendencia es subir la tasa de contribución y, segundo, actuar sobre la edad de retiro. Cada año, si usted posterga el retiro, es un 10 por ciento más de pensión”, afirmó Arthur.
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