Una semana después de dar un manotazo a una mujer para liberarse tras haber sido sujetado, el papa Francisco le dio un beso a una monja, con una sola condición: que no lo mordiera.
Mientras caminaba por un gran salón el miércoles, antes de su audiencia general semanal, una monja se le acercó a Francisco y le pidió un beso, diciendo: “¡Un beso, papa!”.
El pontífice respondió con una broma: “¡Muerdes!”
Francisco luego dijo: “¿Prometes que no morderás?”, se escucha en el video de la interacción.
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La monja asintió y el papa la besó en la mejilla antes de continuar saludando a la multitud.
En la víspera de Año Nuevo, el pontífice causó un gran revuelo cuando manoteó a una mujer mientras él saludaba a los niños y peregrinos en la Plaza de San Pedro.
El papa se dirigía al belén en el centro de la Ciudad del Vaticano, cuando la mujer lo agarró de la mano y tiró de él hacia ella, según muestra un video.
Se molestó visiblemente y alcanzó a golpear la mano de la mujer en un intento de liberarse, y le gritó brevemente.
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Posteriormente, el pontífice se disculpó por el incidente antes de denunciar en su discurso de Año Nuevo la violencia contra las mujeres.
“El amor nos hace pacientes. Muchas veces perdemos la paciencia, incluso yo, y me disculpo por el mal ejemplo de ayer”, dijo.
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