Con el SAT puedes ‘pecar’ de obra, palabra u omisión… e ir a la cárcel

Especialista fiscal recuerda que el delito de evasión de impuestos está tipificado a nivel de narcotráfico

Guasave, Sin.- Hasta la cárcel o congelar tus cuentas de manera inmediata puede enviarte el Servicio de Administración Tributaria si detecta alguna irregularidad en tus movimientos contables, por ello, es que ahora más abogados se están informando al respecto de las nuevas reformas fiscales, advirtió un especialista.

Hilario Recio Sánchez, del corporativo en defensa fiscal Viesca-Monsiváis, destacó que con las modificaciones que se hicieron, ni los empresarios ni los contribuyentes físicos pueden declarar de manera irregular porque cualquier alerta que se envíe al gobierno será motivo de fiscalización. A través de la tarjeta de nómina o de ahorros, es como estar chateando con el SAT, dijo.

“Como en el catecismo que te enseñaban que se pecaba de pensamiento, palabra, obra y omisión, hay que estar preparados pues hoy en día el SAT tiene un concepto que se llama discrepancia fiscal, tiene la facultad, te puede congelar cuentas, te puede mandar hasta la cárcel, ahora defraudación fiscal está a nivel de narcotráfico, corrupción o lavado de dinero, algo para lo cual no estábamos preparados”, dijo.


Para el contribuyente el hecho de omitir cosas hace también que tenga sanciones, por lo que hay que estar preparados, anticipó, hay actividades que por la razón de ser manejaban mucho efectivo, hoy en día con la discrepancia fiscal el SAT calculará los ingresos con la forma de vida que pueda tener las personas y dará un monto de retención de impuestos.

Anteriormente, en este sentido de las declaraciones había medidas precautorias, ahora se tiene la facultad directa de iniciar procedimientos penales de manera inmediata, dijo, México ha tenido que ingresar a un escenario global en cuanto a recaudación de impuestos que ya operan en otros países de primer mundo, pero para el que en el país no se estaba preparado.

Es irrisible que exista una ley de extinción de dominio, de la que nadie se ha percatado pero que te podrá incautar bienes por el simple hecho de la corresponsabilidad, es decir, si tienes un patrimonio en renta donde el inquilino cometa un delito, el Gobierno podrá hacer uso de tus bienes y rematarlos, de esa manera ejemplificó.