En lo que va del presente año este municipio ha clausurado 61 establecimientos que operaban de manera irregular en los cuales se vendían de bebidas embriagantes en botella abierta y por copeo.
De acuerdo con Gabriel Salazar, vocero del ayuntamiento, los operativos comenzaron el pasado mes de abril como resultado de cientos de denuncias ciudadanas las cuales señalaban que en ciertos establecimientos se vendían bebidas alcohólicas a menores de edad los cuales, en algunas ocasiones, generaban disturbios en los hogares aledaños a dichos establecimientos.
Como resultado de esto y tras nueve meses de trabajo las dependencias correspondientes de este municipio han colocado un total de 61 sellos de suspensión de los cuales únicamente 10 establecimientos han revocado la clausura y tras poner en regla la documentación y permisos han vuelto a operar.
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