(CODICS).- Juan Pablo Rojas Pérez, Presidente de la Confederación Nacional de Productores de Maíz, alertó que en los cinco estados que conforman los Valles Altos del país se han siniestrado o están sin sembrar un millón de hectáreas de maíz por el retraso en lluvias y la ola de calor en este ciclo agrícola primavera – verano, lo que propiciará una reducción en el volumen de producción de este grano de por lo menos 3 millones de toneladas.
Al participar en el Seminario “La Participación del Estado en el Desarrollo Agrario” convocado por la Comisión de Reforma Agraria de la Cámara de Diputados, el dirigente de los productores de maíz cuestionó a los diputados federales asistentes “dónde está la estrategia para enfrentar esta contingencia”.
Las entidades afectadas por el retraso de lluvias son estado de México, Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México e Hidalgo, precisó.
Planteó que el agro nacional requiere una política agroalimentaria integral, diferenciada y sustentable, con lo cual debe haber acompañamiento a los agricultores, proporcionar infraestructura como caminos saca cosechas, bodegas, semillas, fertilizantes.
Además también se requiere una política de comercialización adecuada que dé certeza al productor al momento de vender su cosecha y evitar la intervención del acaparador o “coyote”.
En su exposición el Presidente de la CNPAMM, externó que hay preocupación entre los productores, el rector de la Universidad Autónoma Chapingo y todos los dirigentes de organizaciones sociales, por la escases de voluntad política y humana hacia los productores primarios quienes están comprometidos en sacar adelante la autosuficiencia alimentaria de maíz blanco en México.
Pero, reprochó, no tenemos, en nuestro país, una política agrícola que realmente atienda, con la participación y propuestas de quienes verdaderamente viven en el campo por eso es que “no se tiene un plan B para atender la falta de lluvia que tenemos en México. Estamos viviendo, por lo menos, dos meses de retraso en la lluvias en la zona de temporal de 2018 ciclo primavera – verano en Valles Altos”.
Insistió “en que en esta zona siniestrada y/o sin sembrar son por lo menos un millón de hectáreas de granos, un millón de hectáreas que nos representan no menos de 3 millones de toneladas de maíz y dónde están esas estrategias y donde está la preocupación y la ocupación”.
Por otra parte, comentó que México vive un proceso electoral por lo que es importante saber quién se apropiará de las decisiones para los próximos dos, tres o seis años.
Por ello, dijo, “invitamos cordialmente a la población y a los representantes de la sociedad a no seguir impulsando el divisionismo que existe y el cual nos ha llevado a que la población en general estemos contradiciéndonos unos a otros”.
Indicó que a pesar del trabajo hecho por el Gobierno Federal no todos los productores tienen la misma oportunidad para acceder a subsidios y créditos “no es parejo, ni correspondiente la política agrícola. Por eso es que los productores de maíz exigimos a todos los candidatos que tomen en cuenta que ya estamos hastiados de que digan todos: vamos a ganar”.
“Y nosotros los que producimos los alimentos en México cuándo tendremos la posibilidad y la oportunidad de decir ya ganamos, porque nosotros somos quienes generamos los alimentos con calidad, a bajos o altos precios, con agua o sin agua, con subsidios o sin subsidios, con crédito o sin él, baratos o caros, nosotros somos los que generamos mucho de los recursos que se utilizan hoy para sostener a este país”, enfatizó.
Juan Pablo Rojas Pérez exigió claridad para que en los próximos años disminuya la brecha que hay entre la productividad de los mexicanos y la competitividad con respecto a los productores primarios de otros países.
Porque, dijo, no podemos dejar de importar porque nos pega los incrementos en los precios de la canasta básica de tal suerte que es necesario que la política agrícola para los próximos años sea integral, diferenciada y sustentable.
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