Por si el pésimo manejo de la pandemia por
parte de los López, sí, López Obrador y López-Gatell, y la jefa
de Gobierno Claudia Sheinbaum no fuera suficiente -vaya directo por
una cuba, tequila o mezcal o lo que más le guste-, la cuarentena le abrió a la
delincuencia, sí, al crimen organizado, una nueva área de negocio… los
ciberataques a los seres humanos, ¡así como lo están leyendo!
Ojo, no sólo están atacando a las grandes
corporaciones, como le pasó a Pemex o a la Secretaría de Economía, quienes NO
tenían, por la austeridad republicana mal entendida, medidas de seguridad en
sus sistemas de cómputo, sino a los usuarios del internet con cuentas
bancarias.
Tuve la oportunidad de platicar con Óscar
Díez, CEO del grupo INDRA, que cuenta con una filial especializada en
ciberseguridad, llamada SIA https://www.sia.es y me contó que durante
esta pandemia hemos observado que los ciberataques se han incrementado más de
80 por ciento respecto del año anterior, empezando el incremento en abril y
manteniéndose en las mismas cifras desde entonces.
¿A qué se debe este incremento?
Principalmente a tres factores:
1. Más gente conectada en remoto (tanto
empleados de las organizaciones que trabajan desde casa como clientes haciendo
uso de canales online).
2. Más dispositivos conectados (gran
crecimiento del internet de las cosas).
3. Migración de los grandes sistemas a la
nube (sistemas cloud).
¿Y qué industrias han sido más impactadas?
Sin duda, es muy interesante ver en la
gráfica de arriba cómo el sector de la tecnología ha sido el más atacado,
esto es debido que se está atacando a las organizaciones a través de sus proveedores
tecnológicos en vez de hacerlo directamente; es decir, en vez de atacar a los
sistemas de una determinada empresa, se buscan puntos vulnerables a través de
los sistemas de sus proveedores tecnológicos.
La industria manufacturera ha
sido la segunda más golpeada, y en muchos casos estos ataques provocaron la
paralización de las operaciones por varias horas/días. De hecho, entendí que es
la nueva forma de secuestrar, pues o les pagan o no los dejan seguir las
operaciones de la empresa.
Leído lo anterior, es de esperar que esta
tendencia de crecimiento de los ciberataques continúe durante el próximo año,
ya que los vectores de amenaza y escenarios de riesgos siguen manteniéndose e
incluso incrementándose.
Ciudadanos, consumidores, ojo
Luego entonces, como consumidores debemos
tener cada día más cuidado para no ser víctima de ciberataques, los dos más
frecuentes a tener en cuenta:
- Phishing: donde la víctima es
engañada, muchas veces a través de un email apócrifo que suplanta la
personalidad o a una empresa con el objetivo de robar la identidad,
solicitando, por ejemplo, las claves de un banco o tarjeta.
- Vishing: Similar, sólo que el engaño
viene de una llamada telefónica que ha suplantado el número, por ejemplo de un
centro de atención a clientes de un banco, buscando igualmente robar la
identidad.
¿Qué debemos hacer para evitarlo?
La recomendación de Óscar es muy clara, me
dijo que es mejor ser muy desconfiado y nunca dar las claves del banco a
nadie por teléfono ni en un email ni en una página de internet que no
tengamos la certeza absoluta de que es de nuestro banco; JAMÁS conectarnos
a una red pública por ahorrarnos unos pesos, pues justo ahí se pueden
meter hasta la cocina en nuestra computadora o teléfono inteligente y
robarnos TODO, y contar con claves seguras para nuestros dispositivos.
Sedena recibe negocios quebrados
¿Debería la Sedena buscar a la BMV o
a Biva para hacer su IPO en bolsa? De saque, podríamos pensar que Sí,
que seguro podrían levantar millones con todos los negocios que están ganando
en el gobierno de la 4T.
Sin embargo, NO todo lo que brilla es oro.
Me explico: El operar como negocios
independientes, el Tren Maya que va a ser una ruina económica, baste
decir que, en todo el mundo, los ferrocarriles son costeados por el gobierno,
por lo cual Sedena entrará en crisis financiera y ni para qué recordar que no
hay proyecto ejecutivo alguno o que tampoco tienen los permisos ambientales.
Por otro lado, está el aeropuerto de Santa Lucía que, de funcionar,
lo hará con números rojos por la crisis de salud y la económica, que no hemos
aún sentido todos pero es una realidad, y que traerá 10 millones más de pobres,
proyecto que llevará también a la Sedena a quiebra técnica y posiblemente la
meterá en problemas de flujo. ¿Sabrán manejarlos? Así pues, les están dando dos
negocios quebrados de antemano. Grave error dar a la seguridad nacional
problema con negocios complejos y quebrados.
Mañana es 24 de diciembre, por lo que les
deseo una feliz Navidad y un mejor 2021 y nos volvemos a leer de regreso el
lunes 11 de enero.
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