María Luisa Cuevas Ibarra, es su nombre legal, pero su calidad humana y su bonhomía le hizo que todos los que la conocemos, pero sobre todo su estimada familia, como mi admirada doña Georgina y su finado padre le identificáramos cariñosamente con el apelativo de Lusita, conmemora este día un aniversario más de su natalicio.
Luisita es todo un personaje, que radia espiritualidad en su entorno familiar y social, de manera natural lo que le convierte, en un ser inigualable, de los que todos quisiéramos tener en nuestro circulo de amistades.
Valoro mucho que me hayan aceptado dentro de su núcleo familiar, en donde solo se encuentra fraternidad, hoy ya no está el jefe de la familia, se nos adelantó en esta vida terrenal, sin embargo, la presencia de nuestra amiga doña Gina, hace que el ámbito siga siendo muy afectivo.
Por eso Luisita, y sus estimadas hermanas, desde luego su mamá es parte del engranaje de un hogar, de una familia hoy integrado por mujeres que son un ejemplo de unidad, de cariño, de amor, para quienes los integran y también para los que somos sus amigos.
Mi estimada María Luisa Cuevas Ibarra, pero Luisita, para los cuates y no cuates, mis oraciones y bendiciones para usted, aunque sea a la distancia
Siempre conmemoraremos, le rendiremos homenaje en las fechas de su nacimiento.
Un abrazo fraterno.
Juan Manuel Padrón Lara
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