CIUDAD DE MÉXICO.
Elena Poniatowska (1932) afirma tajante que no se arrepiente “para nada” de haber evocado en su novela El amante polaco las circunstancias que rodearon el nacimiento en 1955 de su primer hijo, Emmanuel Haro Poniatowski, a pesar de que sus confesiones fueron recibidas con “tristeza y molestia” por los integrantes de la familia del escritor Juan José Arreola, el padre de su primogénito.
Aunque el nombre de Arreola nunca se menciona en el título más reciente de la escritora mexicana de origen francés, en la que lo identifica como “el Maestro”, en una entrevista ésta admite que ese personaje es el autor de Confabulario.
La cronista recrea su convivencia con “el Maestro”, al que visitaba una vez a la semana en su departamento de la colonia Cuauhtémoc, y narra su admiración por él hasta la tarde en que “la atacó”, hecho que transformó su vida porque quedó embarazada. “Él usaba su capacidad de convencer, de ser muy seductor, para hacerle daño a la gente”, indicó en esa charla.
La familia Arreola envió una carta a este diario, que se dio a conocer el lunes, en la que define las revelaciones de la narradora como “una injusta narrativa de falsedades”. Ante esto, la también periodista dice: “Doy por clausurada cualquier polémica. No tengo ningún afán publicitario. Nunca tuve relación con la familia y, si la hubiera tenido, sería de respeto. En la carta que le envié a Juan José el 23 de febrero de 1955, que ellos hicieron pública, se observa mi
preocupación por sus hijos, que aún eran niños”.
Y agrega: “De lo que sí estoy orgullosa es de mi hijo Emmanuel, es un científico extraordinario, es doctor en Física, e hizo altos estudios en París que pocos alcanzan. También estoy orgullosa de que es el nieto que más quiso mi papá, y de que la influencia de Guillermo Haro (el padre de sus otros dos hijos) fue enorme, por él ama la ciencia”.
La Premio Cervantes concluye que en este año de tantos movimientos feministas, además del #MeToo, “éste es un caso significativo”.
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