Toluca, México.- El sistema penitenciario del Estado de México, más que reformas necesita replantearse en su totalidad, para que pueda cumplir con el objetivo de reinsertar a la sociedad a quienes están pagando una pena privativa de la libertad, afirmó Mónica Hurtado, presidenta de la Asociación de Derechos Humanos del Estado de México, A. C.
“Los penales en el Estado de México, desde hace muchos sexenios han sido señalados por la falta de un protocolo de tratamiento para los internos y se han identificado, a partir de testimonios, graves violaciones a los derechos humanos, por el procedimiento que se aplica, por la convivencia, pero también por la falta de atención médica a enfermedades como el VIH y SIDA”, aseveró.
Se ha detectado, dijo, que prevalece el uso de la tortura como medio de investigación durante el proceso judicial, además, cuando están internos se enfrentan a un mundo de corrupción donde todo tiene un costo y donde además son víctimas constantes de la violencia, apuntó.
El objetivo de la reinserción social ha sido dejado de lado dentro de los penales, sólo ha servido como un lugar de hacinamiento de personas que han cometido algunos delitos, pero no hay un proceso de integración, pues solamente son sometidos a condiciones de mayor precariedad en temas como la falta de alimento, la falta de servicios médicos, la ausencia de una real procuración de justicia y el alargamiento de los procesos, sostuvo.
Mónica Hurtado consideró aún más grave violación a los derechos humanos la falta de una adecuada clasificación de internos respecto a los delitos cometidos, lo que obliga a alojar a los más peligrosos con otros que no lo son; así como la falta de actividades que los capaciten y reorienten para poderse reincorporar a la sociedad como seres productivos.
También se enfrenta la situación de las familias que van a visitar a los internos pues hacen filas desde las 5:00 de la mañana, con sus niños y tener que pagar desde el pase de lista, la autorización para pasar alimentos, aunado a la ausencia de un programa que resuelva los problemas al interior, aseveró.
Puso el ejemplo de los países europeos como Holanda, donde las cárceles fueron cerradas porque no hay quien las ocupe, mientras aquí se está buscando abrir más penales, endurecer más las penas, pero no buscamos la aplicación de un debido proceso.
Para ello, agregó, se requiere repensar y replantear desde los programas educativos, la situación económica y la distribución equitativa de la riqueza, la impartición y reivindicación de los valores, porque de seguir así vamos caminando a convulsionarnos en temas como la impartición de justicia, la operación de los penales, la educación y el rescate de valores.
Urgió a que este proyecto de Nación aborde las soluciones a los problemas desde el fondo o de su origen, porque dando sólo paliativos no se va a resolver, concluyó.
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