CANCÚN.- La Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió sobre la “tentación” en muchos lugares del mundo de “apoderarse de la justicia”, por lo que señaló que es necesario defender la independencia del Poder Judicial y de la justicia electoral.
Francisco Guerrero, secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA, indicó que la fragilidad del Poder Judicial y los amagos permanentes a su independencia constituyen los retos más grandes para la consolidación de la democracia en América y el mundo.
Al participar en la inauguración de los trabajos de la segunda asamblea plenaria de la Red Mundial de Justicia Electoral, puntualizó que las injerencias, presiones y amenazas no tienen cabida en el funcionamiento de un Poder Judicial, acorde a los estándares de la Carta Democrática Interamericana.
“En muchos lugares del mundo, la tentación de apoderarse de la justicia es una realidad que no podemos ocultar; por ello, defender la independencia y la autonomía del Poder Judicial y de la justicia electoral de manera específica es una prioridad para la Organización de los Estados Americanos”, enfatizó.
En ese sentido, Daniel Zovatto, director para América Latina y el Caribe del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional), apuntó que una buena elección con resultados electorales claros y contundentes es el primer paso para la vigencia plena del sistema democrático.
Sin embargo, en su exposición, subrayó que la legitimidad de ejercicio se da en el respeto irrestricto a la división de Poderes, de modo que coincidió en que es fundamental blindar la autonomía e independencia de la justicia electoral.
“Legitimidad de origen, sí, pero que siempre venga acompañada por la legitimidad de ejercicio y por el respeto de la división de poderes donde el Ejecutivo haga su tarea, el Legislativo haga su tarea, pero también respeten y dejen que el Poder Judicial y dentro del Poder Judicial la justicia electoral también haga su tarea”, manifestó.
Zovatto también se refirió al hecho de complementar los déficits de la democracia representativa con ejercicios en los que se convoque más al pueblo y consideró que es una buena idea, pero puntualizó que la democracia participativa se debe hacer en irrestricto respeto a los derechos políticos y garantías desde el punto de vista de la integridad electoral.
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