La brecha salarial entre hombres y mujeres se ha mantenido casi sin cambios desde 2015, y Puebla y Edomex están entre los estados con la mayor diferencia.
El proceso de formalización del empleo busca también igualar los salarios de mujeres y hombres por trabajos iguales; sin embargo, datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) muestran que la brecha salarial continúa y en el sector formal ellos ganan 12.4 por ciento más que ellas.
El salario base promedio masculino fue de 352.57 pesos diarios a diciembre de 2017 en el Instituto, mientras que las mujeres registraron un salario de 308.82 pesos diarios, lo que significó que los varones ganaron 12.4 por ciento más.
La brecha salarial prácticamente se mantuvo sin cambios respecto a diciembre de 2016 y de 2015, pues en esos años los hombres ganaron 12.2 y 12.6 por ciento más que las mujeres, respectivamente.
Sin embargo, la distancia se puede ampliar dependiendo del sector en que se empleen las mujeres.
Al cierre de 2017, en el sector de la transformación los ocupados ganaron hasta 28.9 por ciento más que las trabajadoras.
En contraste, en sectores como el comercio, construcción y el agropecuario los salarios de ambos sexos son similares.
Los datos del IMSS muestran que los estados con presencia de industria manufacturera y automotriz tienen la mayor brecha salarial.
Se trata de Chihuahua, Coahuila, Puebla, Querétaro y Estado de México, donde los hombres ganan de 16 a 23 por ciento más que ellas.
Al observar en su totalidad a la población ocupada, que incluye el sector informal, el escenario de desigualdad salarial no cambia mucho.
Los hombres reportaron un ingreso promedio de seis mil 423 pesos al mes, cantidad que es superior en mil 463 pesos al ingreso promedio de las mujeres ocupadas, revelan datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al cuarto trimestre de 2017.
Los estados de Chihuahua, Baja California Sur, Nuevo León y Querétaro son los que pagan los mayores ingresos promedio a nivel nacional, pero también donde se presenta la mayor brecha salarial de género.
María Fonseca, decana regional de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Puebla, explicó que la diferencia salarial no es por menor competencia o menos habilidades de las mujeres, sino que los empleadores argumentan que las féminas tienen menor productividad cuando deciden combinar el trabajo con la maternidad.
“Se escudan en decir que si invierten más en talento femenino no ven la rentabilidad de la mujer como trabajadora”, indicó.
En tanto, Miguel Reyes, coordinador del Observatorio del Salario de la Ibero, Puebla, dijo que la falta de sindicatos que representen los derechos de las mujeres es un factor que también influye en las revisiones salariales y en la mejora del ingreso.
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