Esta sería la primera subasta de este tipo en el país e incluiría el equivalente a tres mil 200 millones de barriles de crudo en recursos.
La próxima tentación de México para atraer inversiones de grandes compañías petroleras podría ser yacimientos de crudo extrapesado para competir con suministros canadienses.
El país cuenta con cuatro yacimientos gigantes de petróleo extrapesado que podrían ser oportunidades de exploración y producción interesantes, dijo Juan Carlos Zepeda, comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), en una entrevista en el evento CERAWeek , organizado por IHS Markit en Houston.
México ha intentado revertir el declive de la producción de petróleo durante más de diez años, con un volumen que cayó por debajo de los dos millones de barriles al día el año pasado, por primera vez desde 1980.
Los yacimientos de crudo extrapesado están ubicados en aguas poco profundas y necesitarían sólo de dos a tres años para comenzar la producción, explicó Zepeda.
Los cuatro yacimientos, dos propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex) y dos del gobierno, están ubicados cerca del campo Cantarell de aguas poco profundas de México, y contienen el equivalente a tres mil 200 millones de barriles de crudo en recursos, detalló el funcionario.
La producción de crudo extrapesado se mezclaría con petróleo ligero para producir Maya, el petróleo insignia del país.
“El petróleo extrapesado no era económico hace tres o cuatro años”, declaró Zepeda. “Con la disminución de la producción de Venezuela y México, vuelve a ser interesante”.
Una subasta de crudo extrapesado sería la primera de este tipo en México. Desde que se puso fin al monopolio estatal que duró décadas, el país ha realizado ocho subastas para atraer inversiones, otorgando 91 contratos en yacimientos terrestres así como en aguas profundas y poco profundas.
México realizará su primera subasta de prospección de shale el 5 de septiembre.
El comisionado dijo que querían proceder con cuidado porque es la primera licitación de este tipo, y añadió que tienen que trabajar estrechamente con las comunidades locales para asegurarse de que entienden los beneficios.
Cabe recordar que la Ronda 3.3, que será la última que se lleve a cabo bajo el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, incluye un total de nueve bloques ubicados en la Cuenca de Burgos, al norte de Tamaulipas, en la zona fronteriza con Estados Unidos.
Ahí, la Secretaría de Energía estima una inversión de dos mil 343 millones de dólares, en caso de que los nueve bloques resulten asignados en septiembre próximo.
La dependencia estima que 53 por ciento de la riqueza petrolera del país se ubica en yacimientos no convencionales, de lutitas, esquisto o simplemente shale gas o crudo.
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