Lesiones de cabeza y pecho, síndrome de aplastamiento prolongado, trastornos psicológicos…
Los terremotos en los últimos 20 años han causado más de 1 millón de muertes en el mundo. Tsunami como el de Japón de intensidad 9 en 2011, sismos como el reciente del pasado 25 de abril de Nepal de magnitud 7.8 o el de Chile de 8.2 en 2010 y 2014, causan importantes daños físicos y emocionales muy difíciles de reparar.
Los terremotos debido a las perdidas humanas, económicas y a la devastación social y emocional que generan están primeros en la lista de tragedias naturales. Le siguen los maremotos o tsunamis, enormes olas que pueden llegar hasta los 30 metros de altura.
Catástrofes naturales como las mencionadas dejan a miles de personas con lesiones que pueden ir desde graves heridas, fracturas leves, problemas respiratorios o psiquiátricos. Algunos de ellos pueden aparecer en el corto, otros en el mediano o largo plazo.
Según expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rápida capacidad de respuesta para atender de inmediato la salud de las víctimas, es fundamental para evitar que las secuelas de los lesionados puedan convertirse en discapacidades físicas y mentales permanentes.
1
Lesiones de cabeza y pecho
El 90% de las lesiones graves que ocurren en un terremoto son a causa de la caída de mampostería, vigas, revestimientos, etc. Las que impactan en la cabeza o pecho son las que, más comprometen la vida, ya que pueden causar rotura de cráneo o neumotórax.
Los expertos en catástrofes explican que es importante estar preparados para la fase de emergencia, lo cual implica organización en medio de la desorganización, para poder realizar intervenciones quirúrgicas de emergencia, asistir partos, etc.
2
Fracturas
Tras un análisis que se realizó luego del terremoto de Armenia de 1988, las fracturas múltiples constituyeron el 39% de los casos y el 24,9% fracturas leves. Un 11% de las víctimas sufrió lo que se llama síndrome de aplastamiento que se presenta cuando hay una excesiva presión en una determinada parte del cuerpo.
3
Síndrome de aplastamiento prologado
Un 10% de las personas lesionados en un terremoto presentan síndrome de aplastamiento prologado según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. El 74% lo sufre en la parte superior del cuerpo. Graves secuelas por haber permanecido aplastados bajo los escombros como trastornos circulatorios, edemas, etc.
4
Infecciones secundarias
Las infecciones secundarias de heridas leves es una de las consecuencias más características tras un terremoto. Es importante por ello, que la ayuda médica internacional asegure la provisión de antibióticos para tratar estas infecciones que suelen aparecer algunos días después de pasado el temblor.
5
Infecciones respiratorias
Los edificios que colapsan en un terremoto, generan enormes cantidades de polvo que causa graves trastornos respiratorios e infecciones así como irritación ocular. La distribución de mascarillas por las autoridades sanitarias en una buena medida de prevención.
6
Quemaduras
La inhalación de humo y las quemaduras son una de las consecuencias de un terremoto.
7
Problemas por carencia de agua potable
Sobre todo en los países pobres, una de las primeras cosas que escasea es el agua potable. Y ahí es cuando las diarreas y enfermedades como el cólera están a la orden del día. En Haití por ejemplo, en 2014 se registraron, aproximadamente, unas 3.000 muertes.
8
Deshidratación
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), una de las cosas que afecta a una gran parte de la población luego de un terremoto es la deshidratación. Los niños y ancianos son los principales afectados.
9
Trastornos psicológicos
Uno de los primeros trastornos psicológicos que aparece luego de un terremoto es la desorientación. Son miles las personas que son rescatadas después de deambular desorientadas tras un sismo. El trastorno más grave en este sentido es el estrés postraumático.
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