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jueves, 19 de febrero de 2015

Desde que el PRI perdió

México.- Las elecciones intermedias siempre han tenido una respuesta muy inferior a las presidenciales por la ausencia de candidato. No hay duda alguna que, tras le reforma política de 1996, el voto va por los hombres, no por los partidos, siendo el caso más emblemático el de Vicente Fox en 2000.

De cara al proceso del primer domingo de junio, no veo nada que altere la pereza y tendencia electoral de 1997, 2003 y 2009: menos de 50 por ciento de participación, con el que los partidos mantienen bajos niveles de votación y las mayorías se alcanzan con un tercio.

¿Qué hay de diferente en estas elecciones de 2015?

Destacaría que son las primeras que se dan con un Presidente priista desde el siglo pasado, 1997, cuando el PRI perdió su mayoría histórica en la Cámara de Diputados; compite una izquierda no solo fraccionada, sino enfrentada entre sí. Se acabó el bloque PRD-PT-Convergencia, a lo que ahora hay que agregar el factor Morena y López Obrador; y que por primera vez en una intermedia van a elegir a nueve gobernadores, diputados locales y alcaldes en un total de 17 entidades.

Estas son las variables del proceso del 7 de junio.

Sin embargo, las encuestas publicadas no hacen gran diferencia cuando habla de preferencia de partidos, colocando por delante al PRI, con 32/33 por ciento, seguido del PAN, en niveles de 23/25 por ciento, y en tercero al PRD, con 14/16 por ciento, su promedio en intermedias, seguidos sorpresivamente del Verde y de Morena, con la diferencia de que el primero suma al PRI, y el segundo resta al PRD.

Un elemento que no se ha considerado en las encuestas es el ánimo social derivado de la crisis de confianza a los partidos, los políticos, las instituciones y la situación económica, un todo que a estas alturas no se puede anticipar cómo cortará y en favor de quién, lo que solo veremos cuando se cuenten los votos.

Lo que no sé, tampoco, es sí en unas elecciones diferentes, se den unos resultados iguales.

RETALES

1. DECOROSA. El candidato más viable para ser el ministro número 11 de la Corte, vacante a la muerte de Sergio Valls en diciembre pasado, es Eduardo Medina Mora, actual embajador en Washington, y uno de los integrantes de la terna enviada ayer por el Presidente al Senado;

2. IMPRESENTABLE. No puedo entender cómo el PRD hizo candidato a diputado plurinominal al impresentable delegado de Iztapalapa, Jesús Valencia, investigado por tráfico de influencias y más; y

3. HURACÁN. En las campañas electorales, en forma simultánea, se habla bien y mal de los protagonistas del poder, participen o no. Es el caso de Aurelio Nuño Mayer: Raymundo Riva Palacio dice que le fue muy mal en la visita a Washington, ¡hace más de un mes! y Salvador García Soto apunta que dejará Los Pinos para ser líder de la próxima bancada del PRI en San Lázaro. Son días de campaña.

Nos vemos mañana, pero en privado

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