El anuncio del presidente beneficia al consumidor ya que implicará una mayor oferta, pero no en términos de precios; para los empresarios la mayor preocupación es la falta de infraestructura para almacenaje.
A partir de abril estará abierto el país a la libre importación de gasolinas, anunció ayer el presidente Enrique Peña Nieto, adelantando así una apertura prevista para 2017. No obstante, esta apertura no implica la inmediata llegada de combustible importado, de acuerdo con especialistas que señalan entre otras, la limitante que representa la falta de infraestructura para internar combustibles.
“A partir del primero de abril de 2016 cualquier empresa podrá importar gasolinas y diésel, lo que podrá reflejarse en mejores precios en nuestro país”, dijo Peña Nieto en el marco de su presentación en el CERAWeekque se lleva a cabo en Houston Texas, un evento que congrega a cientos de expertos y empresarios del sector energético.
Para los gasolineros la mayor preocupación es la falta de barcos, tanques de transporte y ductos que permitan moverla en grandes distancias, amén de depósitos para inventarios, ya que los existentes son controlados por Pemex.
A partir de abril de 2016 cualquier empresa podrá importar gasolinas y diésel lo que se reflejará en mejores precios
Antes que ver gasolinas de otros países, será más probable registrar incrementos en la inversión para terminales de almacenamiento de gasolinas y a infraestructura de transporte, previó José Ángel García Elizondo, presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo).
Además preocupa cómo se podrá utilizar la infraestructura de Pemex y la forma en la que impactará esta decisión a los contratos actuales de proveeduría de la franquicia Pemex.
“Los nueve mil kilómetros de poliductos que hay en el país que llevan la Magna, Premium y Diésel de las refinerías (al consumidor) puede ocasionar desabasto si se utilizarán para importar”, alertó Pablo González Córdova presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas).
Las comercializadoras internacionales de gasolina en el mundo estarán interesadas en ser proveedores de las estaciones existentes, por lo que en primera instancia no tendrían sus propias marcas en las calles, reveló García Elizondo.
Por su parte, el presidente de la Amegas indicó que se encuentran en tratos con varias empresas.
“Hemos escuchado las propuestas de Exxon Mobil, Chevron, Texaco, Valero, Puma y Trafigura. Tenemos ya citas para este fin de semana con estos nuevos agentes económicos”, confirmó González Córdova.
Las dudas sobre el modo en que operará el mercado se suman a la incertidumbre en temas como la posibilidad de que el gobierno imponga aranceles a la compra de gasolinas foráneas, toda vez que la gasolina no está contenida en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.
El precio podría no variar todavía de manera sustantiva pese a la importación, debido a que en México las tarifas aún están controladas por un rango establecido en Hacienda y para este año sólo podrán oscilar entre los 13.16 y los 13.98 pesos por litro, aún y cuando la importarán en el equivalente a 7.50 pesos por litro, anticiparon expertos. La última etapa de precio referenciado está prevista para el 31 de diciembre de 2017.
La diferencia radica en que por primera vez en México habrá distintas calidades de gasolina además de la Magna y la Premium, adelantó el integrante de la Comisión de Energía en el Senado, Jorge Lavalle.
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