Directorio

Directorio

sábado, 26 de diciembre de 2020

En Veracruz y el viejo para despedir el año




 La tradición de despedir el año que concluye, exhibiendo una comparsa donde pasean una botarga y un hombre vestido de mujer luce avanzado embarazo

Significando el año que concluye y el que llega

Se aprovecha para pedir un apoyo económico o en especie para los integrantes del grupo bajo el cántico de.. "una limosna para este pobre viejo" 

Y su viuda embarazada se desmaya en llanto.. 

Una tradición veracruzana muy arraigada en esta época de fin de año



Por: Florentino Cruz Martínez

Transcurrida la Navidad, los habitantes del Sotavento veracruzano elaboraban monigotes con ropas viejas que rellenaban con hojas secas de plátano y cohetillos. Les ponían zapatos, guantes y sombreros de palma. También les colocaban un “testamento” o letrero, donde escribían su nombre. Ahora generalmente los adquieren ya hechos. Esos “viejos”, que simbolizan el año que concluye, son quemados a las 12 de la noche del 31 de diciembre.

Dramatización a ritmo de conga

Hace algunas décadas, en Cosoleacaque, al caer la noche, un grupo de varones sacaba a “parrandear al viejo”, es decir, recorrían el vecindario, solicitando una “limosma”. Uno de ellos cargaba el “viejo” y otros se vestían de “mujer”, simulando uno de ellos un avanzado embarazo (el “Año Nuevo”, próximo a nacer); y el resto cantaba la siguiente estrofa: "Una limosna para este pobre viejo / que ha dejado hijos / para el Año Nuevo".

Mientras las “mujeres” acariciaban y lloraban al “viejo” por su inminente deceso, el resto de los varones interpretaba sones jarochos o canciones comerciales de la temporada. Hace muchos años, este cuadro se complementaba con la inclusión de un “médico” que, después de valorar el estado físico del “viejo”, anunciaba a sus “mujeres” la proximidad de su muerte, por lo que estallaban en sonoro llanto. Las familias apreciaban esta dramatización con humor y gesto festivo.

Erotización de una tradición

Esta tradición para celebrar el fin de año ha sufrido algunos cambios, por la influencia del vecino Oteapan, donde organizan desde 1984, el último domingo del año, el concurso del “pobre viejo”. En la tarde de ese día se efectúa en dicho pueblo el paseo de comparsas que culmina en el parque municipal. Allí los participantes --hombres que portan vestidos extravagantes y cubren sus rostros con máscaras y pelucas-- realizan elaboradas coreografías, bailan sensualmente y cantan versos mordaces y satíricos.

En su mayoría los grupos que ahora recorren la ciudad de Cosoleacaque proceden de Oteapan y son imitados por algunos grupos locales. Éstos ya no cargan al monigote. Uno de ellos lo representa, portando una máscara de anciano; y otros se disfrazan de “bailarinas”, atrapando la atención del público con música de chunchaca --que reproducen con sus aparatos de sonido

 


No hay comentarios :

Publicar un comentario