Marcelo Odebrecht confesó en mayo de 2017 que había dado dinero a la campaña presidencial de EPN. Si la Procuraduría General de la República hubiera actuado, la investigación que involucraba al entonces Presidente pudo haber sido llevada ante un juez penal desde hace tres años, por un ilícito que se castigaba hasta con 9 años de cárcel.
Desde el 16 de mayo de 2017, Marcelo Odebrecht confesó ante funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) que la constructora brasileña que lleva su apellido había aportado fondos a la campaña electoral de Enrique Peña Nieto en 2012, pero esa declaración fue ocultada a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), con lo que se evitó la posibilidad de que los involucrados –incluido el expresidente- fueran enjuiciados.
“Ahora el delito electoral cometido en la campaña de Peña ya está prescrito”, lamentó Santiago Nieto, a quien la PGR le ocultó el expediente cuando él fue el titular de la FEPADE en 2017.
Si la confesión de Marcelo Odebrecht se hubiera compartido con la FEPADE, hubiera existido la posibilidad de, en ese entonces, llevar la investigación ante un juez penal, para su judicialización, dijo Nieto, quien actualmente es titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
En su confesión realizada en mayo de 2017, el máximo directivo de Odebrecht hizo referencia en múltiples ocasiones al apoyo otorgado a la campaña presidencial de Peña, aunque aclaró que quien conocía los detalles de cuánto se pagó y en qué forma, era el director de la compañía en México, Luis Weyll.
“La única cosa es que él (Weyll) sí me mencionó, es que había dado un apoyo a la campaña presidencial y Emilio Lozoya me agradeció el apoyo, en una oportunidad que estuve allá (en México) antes de que el Presidente (Peña Nieto) asumiera su cargo. Entonces, yo sé que fue dado este apoyo”, dijo Marcelo en su declaración, la cual realizó en Curitiba, Brasil.
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