CIUDAD DE MÉXICO
En medio de las pugnas internas por el relevo de dirigentes al interior de Morena, el presidente de a la República, Andrés Manuel López Obrador volvió a marcar distancia del partido político que fundó y aseguró que no meterá las manos en el proceso de sucesión para traicionar a los mexicanos.
De hecho, el jefe del ejecutivo federal urgió a la Fiscalía Electoral ponerse a trabajar para castigar los fraudes en las elecciones y acabar de una vez con la era de los mapaches electorales y los portafolios llenos de dinero a repartir al final de la jornada electoral.
"Todo eso se va a terminar y no es que somos amigos, somos compañeros, venimos luchando desde hace mucho tiempo; sí, sí, somos amigos y somos compañeros y venimos luchando desde hace mucho tiempo, pero no para ser cómplices, no para traicionar al pueblo, no para hacer fraudes electorales, no para violar la constitución y las leyes, no para robar, no para traicionar a los mexicanos, si no hay cambio", recalcó el mandatario.
Lo anterior, al descartar pronunciarse sobre lo que viene para Morena una vez que el fin de semana pasado se acordó la vía de la encuesta para designar a sus representantes en todo el país; destacó además que todos los partidos políticos deben resolver sus diferencias por la vía democrática.
López Obrador, también sostuvo que al haber padecido durante años en su calidad de opositor las prácticas antidemocráticas, no caerá en el doble discurso de afirmar, por un lado, que no se reúne con los dirigentes y por el otro, terminar involucrándose en la sucesión de cargos partidarios.
"No vamos a convalidar eso, al contrario, se va a combatir y ojalá que empiece a entra en acción la fiscalía electoral, que donde haya elecciones y fraude que se aplique lo que está ya en la constitución, que es delito grave el fraude electoral y que no alcance fianza” expresó durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional.
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