El descenso del 43 por ciento en términos reales de los salarios en mandos medios y superiores de gobierno en los últimos once años, aunado a que en la iniciativa privada se puede aspirar a un sueldo superior a los 200 mil pesos mensuales, además de tener acceso a una gama de compensaciones que van desde acciones hasta comisiones por ventas, son algunas de las razones por las que altos funcionarios del sector público ahora sean directivos del sector privado.
En la industria financiera mexicana abundan ejemplos de la migración, aunque ha sido complicado mantener la calidad profesional del aparato público.
El exsubsecretario de Hacienda, Gerardo Rodríguez con una trayectoria de más de 14 años en la SHCP y diversos premios internacionales, se integró en 2013 a BlackRock, donde es director de mercados emergentes.
El exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, es el actual director de Telefónica México. El extitular del SAT, José María Zubiría Maqueo, pasó a Banamex como director corporativo de administración, cargo que dejó a finales del año pasado.
En Banamex también labora el exsubsecretario de Hacienda, Alonso García, como director del sector público del banco.
En BBVA Bancomer, Carlos Serrano, exvicepresidente de Política Regulatoria de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, se desempeña actualmente como, economista en Jefe y Carlos López, quien fuera director de proyectos especiales también de la CNBV y vocero, es hoy director de Inclusión Financiera de ese banco.
De la CNBV, también el expresidente, Guillermo Babatz, es hoy el presidente del Consejo de Administración de Scotiabank México. Pablo Escalante, exvicepresidente técnico, ha sido consejo de IntercamBanco, así como de otras instituciones y también como director General de Relaciones Públicas de MetLife.
Los exvoceros de SHCP, Raúl Martínez-Ostos y Rodrigo Brand forman parte de Barclays y Santander México, respectivamente.
Carlos Montaño, quien fue subsecretario de Egresos ahora labora enMastercard.
DETRÁS DEL CAMBIO
De acuerdo con un exfuncionario público que pidió el anonimato, pese a la experiencia y responsabilidades que se adquiere en el sector público, “suelen ser trabajos muy absorbentes en tiempo y sujetos a muchas coyunturas, lo que implica atención a temas urgentes y en plazos muy cortos, eso conlleva jornadas sin horario y disponibilidadde tiempo completo, por años fue común trabajar los días 31 de diciembre en la aprobación del presupuesto, por ejemplo”, recordó.
El incremento de las responsabilidades no siempre se acompaña con un aumento proporcional de ingresos.
“También los viáticos para viajes de trabajo en el gobierno son un problema y en muchas ocasiones terminas poniendo de tu bolsa”.
Decidió migrar hacia la IP por el proyecto de carrera que se planteaba y la oferta salarial que fue aproximadamente un 35 por ciento superior a lo que tenía en el gobierno, además las prestaciones asociadas al cargo, horario más flexible, y otros incentivos, tanto económicos como el bono anual,que era más del doble que su equivalente del gobierno.
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