Durante dos décadas Rosario Robles tuvo una relación de negocios con Luis Kelly Ramírez, quien mediante sus empresas se embolsó millones de pesos. Sus vínculos datan de cuando ella estuvo en el gobierno capitalino y militaba en el PRD
Durante dos décadas Rosario Robles –encumbrada en el poder–
tuvo una relación de negocios con Luis Kelly Ramírez, quien mediante sus
empresas se embolsó millones de pesos. Los vínculos de la entonces funcionaria
y el publicista datan de cuando ella estuvo en el gobierno capitalino y
militaba en el PRD, pero se fortalecieron durante sexenio de Enrique Peña
Nieto, cuando ella, como funcionaria de la Sedesol y la Sedatu, entregó jugosos
contratos directos a la red de empresas vinculadas a Kelly Ramírez, su familia
y colaboradoras, a través de la llamada “Estafa Maestra”.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Luis Kelly Ramírez, un
publicista poco conocido en el ámbito nacional, mantuvo una relación de
negocios con Rosario Robles Berlanga durante más de 20 años, lo que le redituó
ganancias millonarias mediante contratos públicos para la producción de spots y
publicidad oficial.
Tan sólo en el sexenio de Enrique Peña Nieto, dos empresas
vinculadas directamente a Kelly Ramírez y una de sus principales colaboradoras
recibieron contratos del gobierno federal por 60 millones 476 mil pesos.
De esa cifra, al menos 44 millones 139 mil fueron por
contratos directos que le fueron entregados a la red de empresas vinculadas a
Kelly, su familia y sus colaboradoras, a través de la llamada “Estafa Maestra”.
Para la Auditoría Superior de la Federación (ASF), al menos
dos compañías vinculadas Luis a Kelly Ramírez –Tunas y Nopales Comunicación y
TV de Mente– forman parte del entramado que presuntamente sirvió para el desvío
de 5 mil millones de pesos de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y
Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que Robles ocupó entre 2012
y 2018.
Los nexos entre el publicista y la exfuncionaria federal que
hoy enfrenta dos procesos penales por los delitos de delincuencia organizada,
lavado de dinero y ejercicio indebido del servicio público, nació en 1999,
cuando Robles fue jefa de Gobierno sustituta en el Distrito Federal.
A partir de entonces la relación entre ambos ha estado
asociada con casos de presunta corrupción y promoción política, aunque la
exfuncionaria logró sortear en dos ocasiones los procesos legales en su contra,
derivados de su relación con el publicista y los pagos a las empresas de éste.
Primero fueron las acusaciones contra Robles por el pago
multimillonario en contratos de publicidad gubernamental a las empresas
Publicidad, Cine y Video (Publicorp= y TV de Mente, ambas de la familia Kelly
Ramírez.
El precio de los servicios prestados a la jefatura de
Gobierno capitalino, de acuerdo con la denuncia de un exempleado de ambas
empresas, Carlos Alejandro Franco, incluía un sobrecosto para que Robles
pudiera hacer “un cochinito” electoral y así poder impulsar su carrera
política.
En 2004, cuando Robles dirigía el PRD y se destaparon los
casos de corrupción electoral asociados con los videosesćandalos y el
empresario Carlos Ahumada, el nombre de Luis Kelly volvió a surgir por ser uno
de los grandes beneficiarios del dinero que ese partido destinó a campañas
políticas.
La renuncia de Robles al PRD y su aparente pausa en sus
aspiraciones políticas, también frenaron el crecimiento de las empresas
asociadas con el publicista.
Sin embargo, a partir de diciembre de 2012, cuando Robles
fue designada titular de Sedesol, la bonanza regresó a las firmas de Kelly
Ramírez que tras 12 años de gobiernos panistas terminaron con adeudos fiscales
y bienes embargados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
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