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martes, 5 de mayo de 2020

De alto peligro manejo de cadáveres de COVID-19




El embalsamamiento de cadáveres es un proceso que actúa como un “desinfectante”, pues cualquier virus se potencializa hasta cuatro veces más una vez que el paciente fallece, señaló Diana Zarza, especialista en embalsamar cuerpos.

Explicó que todos los cuerpos se pueden embalsamar, incluyendo los fallecidos por el Covid-19, por lo que todas las funerarias del Valle de Toluca deben estar preparadas, independientemente de la causa de fallecimiento, ya que deben tratar a los cadáveres de manera muy cuidadosa aplicando el protocolo de seguridad correspondiente.

Subrayó que dicha labor es de alto riesgo, sin embargo ante la presente pandemia, hay que poner un énfasis especial en el Covid-19. De ahí que el personal de las funerarias debe contar con todo el equipo especial de protección como overol, gorra, mascarilla N95, gogles, botas, pares de guantes y careta.

Sobre el protocolo para el manejo de cadáveres, la Secretaría de Salud del Estado de México a través de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios mexiquense (Coprisem), se ha encargado de difundir este proceso emitido por los organismos internacionales de la salud, a fin de prevenir el contagio.

De acuerdo con los lineamientos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se establece que el personal de los servicios funerarios debe seguir medidas de protección e higiene, para lo cual deberá contar con equipo que incluya bata desechable de manga larga, mascarilla, guantes, anteojos protectores (gogles) y botas.

¿Qué es el embalsamamiento?
El embalsamamiento es una práctica que se ha llevado a cabo desde hace mucho tiempo atrás por diferentes culturas, haciendo uso de sustancias químicas como resinas y otros químicos El objetivo de este proceso es conservar la integridad de los cadáveres evitando su putrefacción.

La palabra embalsamar deriva de bálsamo, que es el nombre genérico de las sustancias empleadas para tal fin.

El proceso más utilizado es aquel que se realiza en centros de tanatopraxia de los servicios funerarios y este tiene como finalidad embalsamar el cadáver para conservarlo en las mejores condiciones posibles y de esta forma poder realizar ceremonias civiles o religiosas, pasados varios días en condiciones climáticas diversas.

La práctica moderna de embalsamamiento se realiza en salas especialmente habilitadas para este fin, mismo que debe contar con material quirúrgico adecuado y por ende generar las garantías exigidas por la legislación en seguridad laboral y tratamiento sanitario de restos biológicos.

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