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lunes, 23 de diciembre de 2019

John Ackerman: “Me arrepiento de no haber jugado ‘beis’ con AMLO”Lado B






Siempre dispuesto a debatir y rebatir, polémico, el investigador de la UNAM, doctor en Sociología Política y Derecho Constitucional, John Ackerman (EU, 1973), incluso recuerda que conoció a su esposa, la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, en el primer debate importante de su vida.

¿Cuál considera que fue su primer debate?

Fue en los 90; lo que a mí me politizó y me enseñó más claramente el camino del debate político, de la intervención política, fue el movimiento zapatista. Irma, mi esposa, y yo nos conocimos en la selva Lacandona, en el Encuentro Intergaláctico por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, en 1996, organizado por el EZLN. En ese momento no eran tan polarizadas las posiciones, más bien jalaban al mismo sentido. Había la esperanza que PRD y EZLN iban a construir un nuevo país; resultó que el PRD se corrompió y el EZLN se aisló, se sectarizó. Morena es un nuevo esfuerzo para aprender de esos dos errores.

En EU se valora el deporte en la educación. ¿Practicó alguno?

Sí, el soccer y el beis. Eran mis dos deportes favoritos en la prepa, los practicamos mucho.

¿Sus equipos favoritos?

Le iba a los Cachorros de Chicago, en beis; y a los Delfines de Miami, en americano. El soccer no era profesional entonces, y no teníamos equipos profesionales.

¿Sus ídolos Dan Marino y el profesor Bob Griese?

Así es. Y, de los Chicago Cubs, mi favorito era Ryne Sandberg. Todos sus jugadores se fueron a los Phillies de Filadelfia, y también los seguía mucho.

El Presidente también tiene afición por el béisbol ¿Platican sobre el tema?

Si, hemos platicado sobre beis, incluso me invitó a jugar con él, pero no pude, ahora me arrepiento, Pero hace unos 10 años platicamos sobre el tema; sí comparto la pasión por el béisbol.

A veces el deporte confronta más que la política.

No creo. Sí puede, pero no debería afectar la amistad y la política.

¿Qué comida mexicana le gusta?

La comida mexicana es muy importante, es patrimonio de la humanidad. Tenemos un restaurante que se originó aquí en CU, el Azul y Oro. La gastronomía mexicana es de los niveles culinarios más altos en el mundo; viene de una larga tradición histórica. Moles, chiles, es algo que yo aprecio mucho comer.

¿Qué libro está leyendo ahora? «‘The empire of necessity’, de Greg Grandin, sobre América Latina y la esclavitud». (Especial)

¿Cuál es la tradición mexicana que más le atrae o intriga?

Lo que más me intriga es la tradición política revolucionaria. El solo hecho de que hablemos de una cuarta transformación habla de que ya tuvimos tres. Lo que más valoro es su sistema político, sus luchas sociales, su cultura participativa y con gran visión.

En televisión a veces da la impresión que se enoja mucho.

No ha visto mis programas de televisión entonces.

Habla con tanta pasión que pareciera que le hace enojar.

No lo llamaría enojo, más bien es pasión, sí. Aquí la política es algo muy apasionante, porque es la que nos permite articular las fuerzas sociales hacia un cambio. Indignación sí, hay indignación con respecto a la pobreza, la desigualdad, la corrupción, y una autoexigencia y exigencia general a que cambiemos esta situación.

¿Ni Javier Lozano o Juan Ignacio Zavala lo hacen enojar?

Ellos provocan, quieren molestar. Quizás uno sí siente cierta molestia, pero lo importante aquí es el optimismo, la pasión y la construcción de un nuevo país. Si ves mis programas en Oncetv, en TvUnam, ves un diálogo intenso pero siempre constructivo y lleno de esperanza.

¿Le gusta la televisión o salir en televisión?

Ahorita estoy experimentando con dos programas en Oncetv y TvUnam, que me han permitido llegar a un público más allá de las redes; la televisión la siguen viendo muchos mexicanos, porque los académicos luego nos quedamos ahí encerrados con los libros. No veo la televisión comercial y no me invitan, no he dado una entrevista en Televisa desde hace 10 años, tampoco quiero, no la estoy pidiendo.

¿Qué le apasiona?

La lectura; el cine me encanta, no sé qué haría sin la Cineteca Nacional. Me encanta Twitter, aunque sea un espacio cada vez más violento, descanso viendo Twitter, es como una diversión, explorar, ver puntos de vista, intervenir, es algo lindo. La humanidad es algo preciosa y cualquier autenticidad de expresión desde el cine hasta el Twitter me conmueve, me emociona y me hace feliz.

¿Algún libro o película que le hayan gustado este año?

De Greg Grandin, The empire of necessity, sobre América Latina y la esclavitud. Los novelistas rusos me apasionan, pero es difícil terminar sus libros. Con Guerra y paz estoy atorado desde hace meses. El idiota, también es uno de mis favoritos. A la Cineteca vamos a cada rato; vi una película danesa sobre un policía que toma llamadas de emergencia, El culpable (Den skyldige, de Gustav Möller, 2018). Tengo la oportunidad de vivir cerca de la Cineteca y siempre voy cuando puedo.

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