LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA.

Lic. en Pedagogía: María Guadalupe García Luna.


Llamase Estimulación Temprana al conjunto de acciones y motivaciones ambientales que se ofrecen al niño desde antes de su nacimiento para ayudarlo a crecer y desarrollarse saludablemente. La estimulación temprana es una técnica basada principalmente en las neurociencias, en la pedagogía y en la psicología cognitiva y evolutiva, que se implementa mediante programas construidos con la finalidad de favorecer el desarrollo integral del niño. La estimulación temprana es el conjunto de medios, técnicas y actividades con base científica y aplicada en forma sistémica y secuencial que se emplea en niños desde su nacimiento hasta los seis años, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas, permite también, evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres, con eficacia y autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante.
Se le ayuda a partir de experiencias significativas en las que intervienen los sentidos como la percepción y el gozo de la exploración, el descubrimiento, el autocontrol, el juego y la expresión artística. Su finalidad es desarrollar la inteligencia, pero sin dejar de reconocer la importancia de unos vínculos afectivos sólidos y una personalidad segura.
La estimulación permite al niño un desarrollo cognoscitivo, ya que gracia a ella el niño es quien genera o modifica sus movimientos en base a las estrategias que se van aplicando para despertar en él las habilidades que debe ir obteniendo de acuerdo a su edad. El buen trabajo que hagan los padres de familia al aplicar las diferentes estrategias en la estimulación permitirá al bebé desenvolver al máximo sus habilidades, capacidades físicas y mentales, facilitando su óptimo desarrollo.
El objetivo e interés de estas actividades estimulantes es que el bebé pueda obtener una autonomía e independencia, así como el desarrollo de su psicomotricidad, actividades cognitivas, afectivas y motricidad. Hoy en día las técnicas de estimulación se has desarrollado al punto que aportan un beneficio a todas las áreas sensoriales y cognoscitivas del bebé. Las actividades para llevar a cabo una excelente estimulación temprana se deben componer de ejercicios que desarrollen el tacto, el gusto, el olfato, la visión y la audición.
La estimulación temprana presenta una serie de actividades efectuadas directamente o indirectamente desde la más temprana edad, dirigidas a proveerle la mayor cantidad posible de oportunidades de interacción efectiva y adecuada con el medio ambiente humano y físico, con el fin de estimular su desarrollo general o en áreas específicas.
De hecho, el término Estimulación Temprana no se refiere a una disciplina científica o a una metodología precisa, sino a una doctrina pedagógica que ve en al aprendizaje precoz y en una adecuada estimulación del niño/a la oportunidad de prepararle para convertirse en una persona adulta: sana, inteligente y equilibrada. La importancia de la estimulación temprana es que se considera un requisito importante para un buen desarrollo del cerebro del bebé, ya que potencia sus funciones cerebrales en todos los aspectos (cognitivo, motor y social).
El bebé necesita recibir estos estímulos a diario, desde el momento de su nacimiento. Si recibe los estímulos incorrectos, o de una forma irregular, el cerebro no evoluciona adecuadamente sus capacidades al ritmo y con la calidad que se podría esperar, por lo que una estimulación temprana, abundante, exitosa, con el orden adecuado en el proceso de adquisición de distintas funciones cerebrales, permitirá un desarrollo óptimo del bebé.
La estimulación temprana de los niños es más eficaz porque su cerebro tiene mayor plasticidad; esto hace que se establezcan conexiones entre las neuronas con más facilidad, rapidez y eficacia. Los beneficios de una excelente estimulación pueden provocar mejora en sus habilidades motoras, cognitivas y sociales que debe de ir adquiriendo el bebé durante su crecimiento.
En muchas ocasiones los padres de familia saben la importancia que tiene una buena estimulación pero en ocasiones lo dejan pasar por alto, ya que no se tiene el tiempo o solo estimulan una parte de ellos, sin saber el daño que ocasiona no llevar a cabo este proceso. El bebé nace con un gran potencial y, para que ese potencial se desarrolle de la forma más adecuada y satisfactoria, nosotros somos los encargados de aprovechar esa oportunidad en su proceso de maduración.
La estimulación temprana en los bebés es importante ya que se aprovecha la capacidad del cerebro en su beneficio para el crecimiento óptimo de las distintas áreas. Todo esto se logra proporcionando una serie de estímulos repetitivos que se basan de actividades lúdicas (juego), de manera que se potencien aquellas funciones cerebrales que a la larga resultan de mayor importancia.
Durante esta etapa, la primera infancia, se perfecciona la actividad de todos los órganos de los sentidos, en especial, los relacionados con la percepción visual y auditiva del niño. Esto le permitirá reconocer y diferenciar colores, formas y sonidos. Por otro lado, los procesos psíquicos y las actividades que se forman en el niño durante esta etapa constituyen habilidades que resultarán imprescindibles en su vida posterior. Por lo que si usted tiene un bebé no deje de aplicar ejercicios que le permitan estimular sus sentidos.