Aunque la aprobación del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha subido desde el 1 de julio y alcanzó el 78 por ciento, según el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), hay algunas señales preocupantes que apuntan a una pérdida de experiencia y profesionalismo en la administración pública federal, revela un estudio de la consultora Integralia denominado “Riesgo Político 2018, Visión Global”.
Apunta que la primera decisión de López Obrador, con implicaciones políticas y económicas relevantes ha sido cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco y que el que haya dado un paso tan controvertido, que además implica un fuerte daño patrimonial al Estado, “sugiere que podría continuar con otras medidas controvertidas de alto impacto”.
Añade que los riesgos y oportunidades durante los próximos meses dependerán de decisiones clave: 1) Mantenimiento de cuentas fiscales ordenadas y responsables para financiar programas y proyectos; 2) un contexto internacional estable en que la economía de Estados Unidos se mantenga con ritmos de crecimiento positivos, así como en la ratificación del T-MEC y un manejo ordenado de la crisis migratoria con Centroamérica, y 3) el equilibrio que se establezca entre personalidades moderadas y radicales dentro del equipo del nuevo gobierno.
El estudio destaca los principales riesgos con una tendencia a seis meses, en tres categorías: gobernanza, economía y democracia.
En el primero hay un alto riesgo con una tendencia ascendente, por las implicaciones de la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos y el recorte anunciado hasta en un 70 por ciento de la plantilla laboral.
En economía es medio. Integralia considera que si se suman todas las propuestas hechas por López Obrador durante el periodo de transición, se requerirían hasta 838 mil millones de pesos para poder cumplirlas.
Por lo que toca a la corrupción, el semáforo de alerta un riesgo alto pues “no se conoce un programa en esta materia, salvo el argumento retórico de que ésta bajará por el ejemplo personal de los gobernantes”.
Otro riego considerado como alto es en el tema energético que apunta a la suspensión de nuevas rondas de licitación o, incluso, la cancelación de la reforma.
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