Destaca trabajo conjunto con CEDIPIEM para revaloración de tradiciones y cosmovisión de los pueblos originarios. Fomentar desde casa el uso de la lengua matlazinca de padres hacia hijos es de suma importancia: Loyda de la Cruz, docente del nivel preescolar.
“Tengo la fortuna de pertenecer a una familia de hablantes que me inculcaron desde niño la enseñanza, aprendizaje y habla en matlazinca y hoy comparto estos conocimientos con niños de preescolar de cinco a siete años de edad, para que lo vayan adquiriendo desde el aula y lo desarrollen en su contexto familiar y social”.
Luego de resaltar que llevan a cabo con CEDIPIEM, organismo sectorizado a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesem), talleres para el rescate de las lenguas maternas, precisó que en la actualidad las nuevas generaciones sólo tienen unas palabras en matlazinca, por tal motivo, “trabajo también con jóvenes de secundaria, a quienes les transmito el conocimiento y que así puedan mantener un diálogo con la gente adulta”.
Por ello, se conjuntan esfuerzos con CEDIPIEM y se ha trabajado en forma puntual con el propósito de propiciar el fortalecimiento, difusión y revaloración de la cultura, valores sociales y cosmovisión de los pueblos originarios, así como preservar el uso de sus lenguas, dijo.
De igual forma, dijo que han colaborado con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, a fin de realizar un censo con las familias de la comunidad de San Francisco Oxtotilpan y detectar los rangos de edad en los que se habla la lengua matlazinca, así como establecer los motivos por los cuales ha descendido su predominancia.
Estableció que de “los 35 años en adelante las personas lo hablan; de 35 a 20 años, atienden y dominan algunas palabras y de 20 años hacia abajo, sólo conocen unas cuantas palabras o definitivamente hay desconocimiento”.
Loyda de la Cruz García, docente del nivel preescolar, explicó que es importante que los padres de familia desde casa les fomenten la lengua a sus hijos y en el espacio académico propuso llevar a cabo concursos de poesía, de oratoria y adivinanzas en lengua indígena para preservarla, ya que en la actualidad existe una preeminencia por el idioma inglés, sobre todo entre los jóvenes.
Finalmente, Agustina Martínez Martínez, de 72 años, vecina de San Francisco Oxtotilpan, comentó “mi mamá me enseñó a hablar en matlazinca y yo sí les hablo a mis nietos en la lengua; ellos sí la entienden, sólo que casi siempre lo que dicen es en español”.
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