Ingeniero civil especializado en construcción y mantenimiento de carreteras, Joaquín Gutiérrez, sostuvo que las tuberías del drenaje que hay en la carretera son totalmente obsoletas y se debieron cambiar hace años. "La tubería no recibió mantenimiento preventivo durante décadas y era previsible que colapsara”.
Con 40 años de antigüedad, la tubería del drenaje que quedó justo abajo del Paso Express de Cuernavaca nunca recibió mantenimiento por parte del gobierno de Morelos y por eso colapsó. No sólo constan oficios girados por vecinos de Chipitlán, sino que hay expertos que confirman que no se aplicaron los planes de mantenimiento a tiempo.
Joaquín Gutiérrez, ingeniero civil especializado en construcción y mantenimiento de carreteras, sostuvo que, con independencia de la construcción del Paso Express, las tuberías del drenaje que hay en el lugar, hechas a base de asbesto y cemento, se debieron haber cambiado hace muchos años, ya que son totalmente obsoletas.
Aseguró que “esta sustitución se hacía indispensable, sobre todo porque la tubería no recibió mantenimiento preventivo durante décadas y era previsible que colapsara”.
De acuerdo con testimonios de vecinos de Chipitlán, la tubería del drenaje que quedó justo abajo de la obra data de hace 40 años y nunca recibió mantenimiento por parte del gobierno de Morelos.
El especialista explicó que, “debido a su obsolescencia, los tubos debieron haber sido sustituidos por otros de polietileno de alta densidad, además de que esta nueva tubería debió haber sido encofrada, es decir, cubierta con concreto para que no se aplastara con el relleno que le pusieron encima para construir la nueva vía”.
Víctor Jesús de la Mora Moreno, presidente de la Asociación de Colonos de Palmira, zona residencial ubicada unos metros adelante de donde ocurrió el accidente que cobró dos vidas, dijo que “antes del accidente, trabajadores intentaron corregir el desastre, pero ya era demasiado tarde, los tubos no soportaron las miles de toneladas de tierra que les echaron encima y terminaron por reventar a consecuencia de la negligencia del gobierno de Graco Ramírez, que en varias ocasiones recibió las alertas, pero nunca hizo nada por atenderlas”.
Añadió que “muchas veces los gobiernos son reacios a realizar inversiones de este tipo, porque son obras que tienen un costo elevado, pero que nadie puede ver, no son obras de relumbrón con las que el gobernador se pueda lucir, pero son acciones absolutamente necesarias, porque el hecho de no hacerlas cuesta vidas”.
Sin embargo, dijo que “muchísimas veces, incluso años antes de iniciada la obra del Paso Express, vecinos de Chipitlán y nosotros alertamos al gobierno del estado sobre la situación de ese drenaje, pedimos que los tubos fueran reparados porque su estado ya representaba un peligro, se metieron varios escritos, pero nadie nos hizo caso y ahí están las consecuencias”.
Ante esta situación, el especialista señaló que “esto no sucedió en un día, cuando menos pasó una semana desde el colapso de la tubería, lo que provocó que la tierra de relleno se compactara en su sub base y su base, provocando el socavón que todos vimos”.
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