Los habitantes de municipios mexiquenses del Valle de México y los propios capitalinos seguirán padeciendo inundaciones catastróficas y existen probabilidades de que un día se llegue a colapsar el Emisor Central de drenaje profundo, “porque estamos en una zona sísmica y lacustre, nos estamos hundiendo y hay riesgo de un colapso”, advirtió Agustín Breña Puyol, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Anticipó que la falta de planeación urbana, hidráulica e hidrológica y de ordenamiento territorial en la zona metropolitana del Valle de México son algunos de los factores que detonaron una problemática muy compleja y llena de riesgos para la capital del país y municipios mexiquenses.
El especialista en ingeniería de procesos e hidráulica indicó que el Valle de México constituía un sistema de grandes lagos, pero ha carecido de un ordenamiento territorial metropolitano y además del caótico crecimiento urbano y poblacional “está generando escasez continua y creciente de agua potable”.
Otro problema grave es la contaminación por aguas negras o residuales y la existencia de infraestructura hidráulica obsoleta que fue propiciada por un esquema de mantenimiento y conservación casi nulo o caduco y por una administración arcaica.
“No existe un organismo metropolitano que atenúe o reduzca esa problemática y para conformarlo se requieren grandes inversiones y voluntad política por parte de las autoridades”, puntualizó.
El investigador explicó que los hundimientos diferenciales del subsuelo configuran otro riesgo y son generados por la extracción de agua de los depósitos acuíferos subterráneos. “Tenemos cuatro en la zona metropolitana y 70 por ciento del agua que consumimos se extrae de ellos, lo que ocasiona que se compacte el terreno y provoque hundimientos diferenciales de gran magnitud.
“Es una pena que en México los ríos sean utilizados como drenajes de aguas negras. En otros países, como Francia y Gran Bretaña, esas fuentes hídricas conservan su limpieza y lo que se ha hecho aquí es una vergüenza”.
El emisor del poniente, que va del Vaso El Cristo al tajo de Nochistongo, en el Estado de México, es un colector de seis metros de diámetro que en 2008 colapsó en Valle Dorado y causó graves inundaciones, “pero las fracturas han sido producto de los hundimientos diferenciales”.
El investigador añadió que el tajo de Nochistongo –primera salida artificial del Valle de México situado entre los Estados de México e Hidalgo– “¡tiene 224 años de vida! ¿Ustedes creen que funciona igual que cuando se construyó? ¡Por supuesto que no!”.
Directorio
martes, 10 de abril de 2012
El riesgo de inundaciones sigue en Valle de México
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