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miércoles, 7 de marzo de 2012

La legisladora Lizbeth García Coronado Impulsa iniciativa para favorecer los derechos humanos laborales y de seguridad social de las y los trabajadores del hogar

Cámara de Diputados, México (Diputadas PRD).- En el marco del Día Internacional de la Mujer que se celebrará mañana 8 de marzo, la diputada Lizbeth García Coronado presentó ante el Pleno de la Cámara Baja una iniciativa con proyecto de decreto para consagrar en nuestro derecho positivo la tutela prevista a favor de las y los trabajadores del hogar en el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo.

El propósito de la iniciativa, dijo, es poner fin al desconocimiento sistemático de los derechos humanos laborales y de seguridad social de las y los trabajadoras del hogar, mediante la incorporación del contenido del Convenio 189 de la OIT a las Leyes Federales del Trabajo y del Seguro Social, ante la omisión del Ejecutivo Federal de iniciar el proceso para la ratificación del mismo.

La Congresista García Coronado argumentó que en nuestra sociedad existe un grupo de trabajadores a quienes se les desprecia, considerándose poco digna y humillante la labor que realizan, una de las más denigrantes actividades que un hombre puede realizar, en forma clásica este tipo de “contrato de trabajo” implica: el sometimiento extremo del trabajador al patrón, elementos reverenciales, entre otros; basta recordar la denominación despectiva que popularmente se les da: “chachas”, “sirvientes”, “domésticos”, “criadas”, por citar algunos.

Indicó que la legislación laboral suprime, respecto a estos trabajadores, derechos mínimos que concede al resto de los trabajadores: no existe jornada legal para ellos, están sujetos a contratos a prueba, parte de su salario se puede pagar en especie, su afiliación al IMSS no es obligatoria, sus derechos colectivos están anulados, entre otros.

Refirió que se tiene que dar una mayor valoración al trabajo del hogar, viendo su importancia en auxilio de las madres, en general de las mujeres trabajadoras, niñas y niños, adultos mayores, enfermos, entre otros.

En general, afirmó, se debe revalorar la importancia social y económica del trabajo del hogar, por lo que urge establecer las medidas de tutela laboral necesarias y acelerar el proceso, apenas en ciernes, de la relación de trabajo, ya no entre patrón y trabajador, sino con la empresa de servicios que agrupe y profesionalice a estas trabajadoras.

Señaló también que se debe legislar los diversos esquemas jurídicos de organización de las trabajadoras del hogar, incluidas las asociaciones civiles y las cooperativas, para evitar que estas empresas, que muchas veces actúan como subcontratistas, sean ahora las que estafen a las trabajadoras del hogar. Esto nos conduce a hacer realidad los derechos individuales y colectivos, en el campo laboral y de la seguridad social, agregó.

La diputada perredista subrayó que a lo anterior contribuye de manera adicional, la revolución mundial y concretamente nacional, en materia de derechos humanos, que por su esencia son universales, por lo que no es permitido discriminación alguna, como la que sufren las trabajadoras del hogar en todos los sentidos, y concretamente en el ámbito laboral.

Enfatizó que esta Iniciativa alude de manera destacada al papel que deberá jugar el Estado Mexicano, dado el retraso jurídico que carga el trabajo del hogar, para que con su participación activa fortalezca el pleno nacimiento de la relación de trabajo y el respeto de los derechos humanos sociales de estos trabajadores.

García Coronada expresó que el trabajo desarrollado por el varón fuera de la casa es conceptuado como valor económico y social lo que en reciprocidad lo revalora como persona, pero si ese mismo trabajo se desarrolla en el hogar, de manera casi unánime por las mujeres, entonces es algo sin valor, incluso se transforma en un contravalor que humilla y arremete a quien lo realiza.

Por ejemplo, añadió, si se hace una actividad de limpieza fuera de la casa es un trabajo que merece remuneración, seguridad social y demás prestaciones laborales, si se hace en casa un rótulo de nada y menosprecio es lo que aparece en los brazos de la sociedad.

Manifestó que a la trabajadora de planta se le debe pagar el salario mínimo profesional que corresponda, y de manera adicional recibirá alimentación y habitación, las cuales deberán incrementar su salario integrado para fines de indemnización, por ejemplo.

Para que la jornada laboral sea conforme a la Ley Federal del Trabajo, es decir, mínimamente humana, la legisladora explicó que "cualquier exceso deberá pagarse como tiempo extraordinario", para que así, la trabajadora del hogar disponga de parte de su tiempo para sus necesidades personales y familiares, principalmente para el estudio y capacitación, atender su salud y la atención básica para su familia. Con esto se pasará la frontera entre la servidumbre y la relación de trabajo, puntualizó.

La diputada Lizbeth García Coronado afirmó que también se debe reformar la Ley del Seguro Social para que estos trabajadores tengan el derecho a ser afiliados al régimen obligatorio del Seguro Social, suprimiendo el ilegal y discriminatorio sistema que lo somete a la incorporación voluntaria al régimen obligatorio con menos prestaciones y, sujeto al capricho del patrón el hacerlo o no.

Finalmente aseguró que reformando diversos artículos de la Ley Federal del Trabajo y del Seguro Social se garantizará que los trabajadores del hogar tendrán acceso a una justicia pronta y expedita, en condiciones no menos favorables que las condiciones previstas para los trabajadores en general.

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