Por desgracia una situación que debe tomarse seriamente fue tomada por algún bromista como un juego ya que se coloco un pino navideño sobre el hueco de entrada a la coladera, para posteriormente prenderle fuego y dejar como mudo testigo el tronco completamente carbonizado.
“Dedibo al alto índice de robo de tapas de alcantarillado, las coladeras abiertas se han convertido en verdaderas trampas mortales para los transeúntes que al ir caminando con la seguridad de que por lo menos sus pocos u nulos espacios se encuentran en perfectas condiciones ya que en cuestión de segundos corren el grave riesgo de sufrir caídas con lamentables consecuencias”.
El caso que hoy nos ocupa es la toma de agua ubicada sobre la coloquialmente llamada 30-30 a un costado de la universidad Europea ya que por sus dimensiones y escasa iluminación es el sitio perfecto para tirar cualquier tipo de desechos poniendo en riesgo la operatividad de la toma que ahí se encuentra pero sobre todo la integridad física de los transeúntes.
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