Por: Rodolfo Escojido Rodriguez ( Fouche)
Un año mas, otra vez 2 de Octubre, como hace mas de 50 años, se marcha, se gritan consignas, se exige cosas ya olvidadas, pocos quedan de ese tiempo, algunos disfrutan del poder que antes denostaban, para muchos jóvenes y no tan jóvenes, es un día de reivindicación, de exigir, de protestar, de luchar.
Para otros los de la otra marcha, como cada año, es un día de vandalizar, de destruir, de robar, de impunidad. Al paso de los años se evocan acontecimientos que marcaron tu vida, hechos que nunca volverán, pero que se encuentran vivos en tu mente, que un día se volverán nada, aun es tiempo de recordar…..
En los noventas, inmerso ya en un movimiento estudiantil, de lucha para unos, porril para otros, señalados, estigmatizados con unas siglas de una organización estudiantil, muy violenta: O.D.E.T ( Organización Democrática de Estudiantes Técnicos), esperando ya como líder de grupo denominado Ernesto “Che “Guevara de la Vocacional 6 (hoy Cecyt Miguel Othon de Mendizabal), en un proceso de reacomodo de fuerzas al interior de la organización, de luchas, siempre reprimidos por la autoridad del plantel, pero solapados y financiados por la autoridad del instituto, esperábamos con impaciencia el 2 de Octubre, el día de la marcha y la reivindicación para unos, el día de la impunidad y vandalismo para nosotros, la otra marcha.
Pacientes ese día arribamos al plantel donde ya poco menos de un centenar de chavos estaban en espera, de inmediato se acercaron, esperando instrucciones, mientras en otra escuelas pasaba algo similar, corrimos a la avenida donde ya un par de camiones de la extinta ruta 100, previamente secuestrados, esperaban ser abordados, el punto de reunión : el monumento a la Revolución. Avanzamos enmedio del caos automovilístico, muchas patrullas, mucha seguridad disfrazada de civil, pero no encontramos resistencia, avanzamos, cruzando con otros contingentes, sin jersey ni playeras para no identificar de donde éramos, llegamos a la altura de la rivera de San Cosme, ahí ya no podíamos pasar con camión, los abandonamos y avanzamos, nos cruzamos con varios grupos a la distancia, sin mediar palabra ni agresión avanzamos, no era momento de agredirnos mutuamente si es que teníamos rencillas, era momento de avanzar, entre calles avanzamos por Serapio Tendón en la colonia San Rafael, donde semi escondido esta un camión de cerveza, tratando de evadir los contingentes, sin pensar nos abalanzamos, pastas y botellas pasaron a las mochilas y morrales grandes y vacíos, expresos para ese fin, dejando espacio para lo que se encontrara más adelante, ese día la,autoridad solo era espectadora, como pastor conduciendo a su rebaño, solo nos encaminaban, nos desviaban, todos hacia el zócalo decían, esa era la consigna.
Arribamos al monumento donde ya otros contingentes de la Organización estaba en espera, reunión de lideres de grupos para trazar la ruta, ya hacia tiempo que la marcha había iniciado y avanzaba para el centro histórico, nosotros la otra marcha, esperaríamos a que pasara el grueso de esa marcha, para integrarnos al final, en la espera las bebidas y drogas corrían, vaciaban mochilas, una vez que los contingentes Grandes pasaron, nos incorporamos, avanzamos sobre la Alameda, una vez cruzando el eje central, el caos se genero, la otra marcha comenzaba, sabedores de la impunidad de ese día, pintas, se escucharon vidrios rotos, gritos , comenzó la rapiña, discos compactos, ropa, tenis, todo local que no había tenido la precaución de ser cerrado, fue saqueado, las mochilas se llenaban, la autoridades fue tolerante, solo persuadía, nos arreaba, hacia el Zócalo gritaban , pero ya era imposible avanzar, ante el desmán , la autoridad dejo su pasividad y empezaron a dispersar, a detener, todos corrieron en diferentes direcciones, corrían hacia los puntos previamente convenidos, donde se reunirían de nuevo.
Caía la tarde ya cuando arribamos al punto de reunión eramos menos de mitad de los que habíamos iniciado, el mitin del Zócalo había terminado y por todos lados se veía gente caminar hacia sus casas o escuelas hicimos lo mismo , avanzamos ya que no todos llegaron, unos porque prefirieron llegar al plantel, otros a sus casa, y algunos detenidos, quienes mas tarde llegaron, pues no fueron remitidos, solo les quitaron lo robado como “evidencia” les refirieron los policías, optamos por secuestrar un camión, pasamos por la llamada prepa popular “martires de Tlatelolco, que estaba ya vacía, casi para llegar a circuito el camión se descompuso, por lo que caminamos para secuestrar otro camión, en la esquina CE circuito, en la parada había dos parejas de estudiantes, pero uno traía un jersey de la vocacional 3, una de escuelas de la misma organización, pero con quien teníamos rencillas, por lo que al vernos, corrió, hacia el casco de Santo Tomas, el otro no tuvo la misma siete, fue golpeado y robado, mientras esperábamos un camión, se vio a lo lejos que venían corriendo un centenar de chavos de la Vocacional 3, rápidamente abordamos un micro y logramos salir de ahí antes de que cruzaran, solo se oyó explotar un petardo, nos habíamos salvado de un brutal golpiza, arribamos a la vocacional 12,que eran aliados , donde saludamos a la banda y descirchamos las cervezas que nos quedaban.
Así termino el 2 de Octubre, sin gritos, sin consignas, solo robos y vandalismo, sabíamos que en especial ese día la autoridad daba carta abierta, impunidad, éramos intocables, el sistema nos había enseñado que podíamos delinquir sin castigo, sin problemas, muchos sabíamos la historia del 68, otros quizás no, pero lejos de causas, luchas, siempre estábamos presentes, la otra marcha: 2 de octubre no se olvida.
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