Considera que 'la comunicación ha sido disonante: el gobierno promueve quedarse en casa, pero el Presidente reinicia giras de trabajo'.
Un análisis de la consultoría Integralia concluye que la reacción del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ante la epidemia del coronavirus ha sido “tardía, errática y contradictoria”.
Resume que, a poco más de tres meses de la llegada del COVID-19, la respuesta del gobierno “ha fallado la estimación del pico de la pandemia, calculado originalmente para el 8 o 10 de mayo; ha fallado en la estimación de fallecimientos, calculados originalmente en 6 a 8 mil, luego ajustados a 30 o 35 mil; la cifra esperada es mucho mayor”, señala.
Considera que “la comunicación ha sido disonante: el gobierno promueve quedarse en casa, pero el Presidente reinicia giras de trabajo. El gobierno niega relevancia del uso de cubrebocas, mientras la Organización Mundial de la Salud lo recomienda; crecen contagios, pero inicia reapertura”, apunta.
Sin embargo, la consultoría –que coordina el politólogo Luis Carlos Ugalde– reconoce aciertos del gobierno, como fue “ampliar la capacidad hospitalaria de la mano del sector privado”. También “la compra de ventiladores que gestionó el canciller Marcelo Ebrard, que ha impedido ver escenas generalizadas de pánico afuera de centros de salud, como en España o Italia”.
El estudio también advierte que la estrategia económica para paliar la crisis dejará saldo negativo, debido al alto desempleo y a la estela de pobreza que derivará en el país de por lo menos 6.64 millones de pobres.
Con lo anterior, estima que habrá una “disminución en la aprobación presidencial, una mayor polarización política, un distanciamiento o hasta una ruptura entre organismos empresariales y el gobierno federal; habrá menos votos para Morena en las elecciones de 2021, aunque lo más probable es que mantenga la mayoría absoluta (no calificada) en la Cámara de Diputados”.
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