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miércoles, 11 de marzo de 2020

¿A llegado la paralización del afore, ahorros y sistema de pensiones?

México arranca el segundo trimestre de 2020 con una pérdida de fuentes de empleo formal, y una disminución en el ahorro. ¿Estamos cerca de un colapso? Aquí siete acciones para revertirlo


Hace unos días, los encabezados alertaban sobre cómo el ahorro bruto en México había disminuido, un retiro histórico a las Afores y cómo el FMI proyectaba que caería aún más para 2024. Sé que no parece la nota más sugestiva, pero en mi mente se prendieron todos los focos amarillos.

México había ido aumentando su ahorro de la mano de las aportaciones voluntarias para el retiro, y la caída en la actividad económica y la pérdida de empleos formales se ha traducido en que la gente ahorre menos e incluso solicite retiros de esos fondos.

Esta falta de ahorro me sugiere a gritos que se está incrementando la probabilidad de una crisis en el sistema de pensiones, e incluso podría asegurar que podría despertar una gran inconformidad social.
En Chile, por ejemplo, parte de las protestas masivas que han cimbrado al país en los últimos meses tienen su origen cuando algunos empezaron a retirarse y se percataron que lo ahorrado en sus años laborales no les alcanzaría para tener un retiro digno.

Sí, en Chile. Donde los trabajadores ahorran por ley 10% de su salario para el retiro. Sí, ¡casi 50% más que los mexicanos!

Actualmente en México, los que trabajamos ahorramos 6.5% de nuestro sueldo para algún día poder pensionarnos. Sin embargo, estoy convencido que lo que ignoran la mayor parte de los millennials es que se retirarán con menos del 30% de su último sueldo -no parece que les alcanzará para ese café latte de todos los días.

Desde luego en nuestro país crecen las voces que piden una gran reforma al actual sistema de pensiones. Trabajar más años y ahorrar más porcentaje del sueldo parecen ser los caminos lógicos a seguir.

Pero, ¿quién pondrá este dinero faltante para llegar al menos al 13%? ¿El empleador que ya paga 5.15% y que tiene una de las tasas fiscales más altas de la OCDE? ¿el trabajador que aporta 1.125% de su sueldo y que apenas si le alcanza? O ¿el gobierno que aporta 0.25% pero que cada vez tiene más presiones en su presupuesto?
Un posible colapso en los fondos de ahorro, ¿reversible?
Al pensar en estas cuentas sé que el costo político será muy alto y existe el incentivo a suavizarlo lo más posible en el tiempo. Así, creo que deberemos ver medidas adicionales para atacar este problema, y aquí se me ocurren algunas.

1.- Volver a fomentar los fondos de pensión privados. Uno de los grandes errores del pasado fue quitar los incentivos fiscales a los fondos privados que las empresas daban voluntariamente a sus empleados. Se deberían restituir y fomentar.

2.- Incentivos reales al ahorro. Actualmente, los vehículos de inversión como los fondos de inversión generan impuestos. ¿No sería buena idea que no lo hicieran? Las afores tienen estos incentivos, pero no son suficientes. La deducción sin un tome tan bajo de Planes Personales de Retiro podría ser un camino, pero en otros países incluso existen mecanismos donde el gobierno te deposita dinero en tu cuenta si la gente ahorra de largo plazo. Al final, le saldrá más barato al gobierno.

4.- Menores comisiones. En México las comisiones de fondos de ahorro son altísimas, por arriba del promedio mundial. Por su parte, las Afores las han ido disminuyendo, pero ha sido muy lento y tardío pues por años habían sido muy altas, por lo que ya drenaron el ahorro de los trabajadores.

5.- Mayor competencia a las Afores. La única forma real de bajar los precios no es por ley. Es por competencia. ¡10 Afores no bastan! Así, se necesita crear vehículos alternativos a las Afores. Más fondos de inversión con Planes Personales de Retiro, más cajas de ahorros, más fintechs de inversión como Fintual y mucho más transparencia en el cobro.

6.- Más educación financiera.- Debería haber una materia en secundaria de educación financiera. La gente debería tener su plan de retiro muy claro y entender las consecuencias de la falta de previsión. Saber que tarde o temprano deberemos enfrentar compromisos como la educación de los hijos, hospitales, viajes, casa, etc.

La educación financiera es cara y lenta, pero es más costoso no tenerla.

7.- Flexibilidad regulatoria.– La alta normatividad y los lentos procesos de autorizaciones se transforman en costos para el inversionista. La supervisión debe seguir muy sólida, pero existen ejemplos alrededor del mundo donde las autorizaciones y la supervisión se realiza en procesos muy ágiles.

Tal vez cuando se tomen algunas de estas acciones estaremos desactivando las protestas de mañana. Los millennials, los baby boomers y todas las generaciones económicamente activas podremos dormir tranquilos cuando el ahorro bruto de México al 2024 esté arriba del 25% del PIB

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