La educación sexual, el acceso a los métodos anticonceptivos y al aborto seguro son los pilares para combatir el embarazo temprano, afirmó Venkatraman Chandra-Moul, especialista en salud sexual y reproductiva para adolescentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el 12 Congreso Nacional de Educación Sexual y Sexología, que se lleva a cabo en el World Trade Center (WTC) de la Ciudad de México, señaló que a escala mundial la maternidad adolescente se ha reducido 34.4 por ciento de 1990 a 2015. Sin embargo, África Subsahariana, América Latina y el Caribe, siguen registrando los índices más altos de 104 y 63 nacimientos por cada mil adolescentes, respectivamente.
En el caso de México, la tasa se ubica en 69.46 nacimientos entre cada mil, lo que implica un descenso de 6.6 por ciento respecto de 2015. Para 2030, se espera una tasa de 34.2, según el Consejo Nacional de Población.
Chandra-Moul indicó las consecuencias para madres e hijos, citó que el embarazo precoz tiene consecuencias tanto para la madre como para el hijo. Para las adolescentes tiene complicaciones en su salud y eleva el riesgo de violencia de pareja, así como de abandonar la escuela y reducir sus oportunidades económicas perpetuando círculos de pobreza; en el caso de los bebés se pueden presentar partos prematuros y afectaciones severas neonatales. Destacó que las intervenciones para evitar la preñez a edad temprana son limitar los matrimonios antes de los 18 años, aumentar el uso de anticonceptivos entre los adolescentes y reducir las relaciones sexuales bajo coacción en esta población. De igual manera, disminuir el aborto inseguro y aumentar el uso de atención calificada antes y durante la preñez.
En el simposio se resaltó a Uruguay y Argentina como los que han logrado reducir la gestación en adolescentes. En el primer país, en 2016 en el grupo de edad de 15 a 19 años de edad se registraron 6 mil 575 nacimientos, para 2018 fueron sólo 4 mil 553.
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