Ese PMT que dado su carácter reformista y legaloide al buscar desde la llamada reforma política su registro, planteando desde su constitución en 1974, hasta llegar a participar ingenuamente en las elecciones legislativas de 1985.
Es innegable que en ese proceso de construcción logró sumar a sus filas a varios de los líderes estudiantiles del movimiento del dos de octubre y luchadores sociales como Heberto Castillo, Carlos Fuentes, Octavio Paz y Luis Villoro.
En 1987 el PMT y el PSUM se fusionaron y crearon el PMS y dos años después, éste cedería su registro al Partido de la Revolución Democrática, con lo que la izquierda cambió casi en definitiva las armas por los votos en su lucha por el poder.
Ese PRD que cambió los colores rojos de la izquierda por el amarillo y negro y que postuló a Cárdenas y a AMLO y que terminó entregándose a la derecha al ser dirigido por su ala más colaboracionista.
Ese PRD que transmitió el mal genético de las tribus a MORENA, en donde lastimosamente dicha enfermedad avanzó a pasos mucho más rápidos y agigantados.
Ese partido MORENA que al hoy encontrarse en el poder ya no reivindica la lucha por los derechos de los trabajadores, sino por el contrario los hace nugatorios en pleno amasiato con el Gobierno del Estado y con los tribunales del trabajo.
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