Habitantes de la Unidad Habitacional Hacienda del Bosque, en Tecámac, a 10 minutos de la base militar, aseguran que ahí se encuentra un museo, un hospital, entre otros.
El dictamen sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), entregado el viernes a Andrés Manuel López Obrador, advierte una reubicación de tres mil familias, si se establecen dos pistas en la Base Militar Santa Lucía.
De acuerdo con el estudio, en los terrenos de Santa Lucía está establecida la Base Aérea Militar No. 1, sede principal de operaciones de la Fuerza Aérea Mexicana y del Plan DN-III, pero también cuenta con una infraestructura familiar que deberá ser trasladada.
“Habitan aproximadamente siete mil 500 elementos militares y tres mil familias, con instalaciones educativas, de salud, comerciales, recreativas y deportivas para la población, que deberán ser, en caso de usar los terrenos, reubicadas”, dice el informe.
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Habitantes de la Unidad Habitacional Hacienda del Bosque, en Tecamac, a 10 minutos de la base militar, aseguran que ahí se encuentra un museo, un hospital, una escuela militar y un centro bancario.
Esa información se da en el marco de la posibilidad de una descentralización de dependencias federales, con lo que la reubicación que significaría mudar la base militar se sumaría a los gastos del gobierno federal para reubicar a más de 100 mil servidores públicos.
De tal manera que si se lleva al Estado de México la extensión del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, también se debe crear infraestructura para las familias que deberán ser reubicadas.
Esa inviabilidad se suma a la mencionada por el estudio realizado por MITRE, un organismo sin fines de lucro con origen en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, que desestimó la creación de dos pistas en la base militar por razones aeronáuticas.
“El Plan Alternativo resultaría en la creación de un sistema de espacio aéreo severamente congestionado y complicado, que probablemente incrementaría las ya importantes demoras del tráfico aéreo y problemas operativos, que impedirían satisfacer la demanda futura de aviación en el área metropolitana de la Ciudad de México”, concluye el informe.
El mayor problema de mantener dos aeropuertos es que las rutas de descenso hacia los aeropuertos Benito Juárez (actualmente en operación) y Santa Lucía (la Base Militar) se encuentran en San Mateo, en el Estado de México, donde se crearía una zona de interferencia.
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