En entrevista en Radio Fórmula, el canciller aseguró que tras los rumores de que el gobierno estadounidense contemplaba salir del TLCAN, el presidente Peña lo llamó y comentó que EU podía tomar la decisión que quisiera, pero para México significaba cancelar cualquier negociación comercial.
Señaló que el presidente Peña "fue muy claro y fue honesto. Le explicó con mucha claridad al presidente de los Estados Unidos las consecuencias que tendría una decisión de esta naturaleza, en México, y las consecuencias sobre la postura que podría tener el gobierno mexicano".
De esta forma, dijo, el acuerdo entre ambos mandatarios fue que "habrían de mantenerse ambos países en el Tratado de Libre Comercio y habremos de renegociarlo para hacerlo mejor para las tres partes, no sólo para Estados Unidos sino también para México y Canadá".
También puntualizó que la propuesta de renegociar el TLCAN después de las elecciones presidenciales de 2018 es un escenario indeseable, pues se mantendría la incertidumbre sobre el comercio en la región.
“Se mantendría durante mucho tiempo la incertidumbre. Hay muchas decisiones de inversión que dependen los empleos de muchas personas en México", dijo ante la propuesta del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
El canciller consideró que la renegociación se debe "acelerar" y estimó que la fecha para iniciar las conversaciones formales se retrasarán, en lugar de empezar en junio como se tenía previsto, "ahora estamos viendo que sería a finales de julio o en agosto”.
También reveló que ese mismo día conversó con la canciller canadiense, Chrystia Freeland, con quien encontró una posición coincidente, respecto a que ambos países están “listos desde hace meses para iniciar el proceso de modernización del Tratado de Libre Comercio".
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